La puerta secreta de Noah


Noah no podía creer lo que estaba viendo. Frente a él, había una puerta secreta en su propio patio trasero. ¿Cómo nunca la había notado antes? Se acercó y tocó el picaporte frío de metal.

Con un poco de esfuerzo, logró abrir la puerta y se encontró con algo que jamás habría imaginado. La puerta lo llevó a otra dimensión, donde todo era diferente pero emocionante al mismo tiempo.

Había dulces por todas partes: gomitas, chocolates, caramelos y más. Noah se sentía como si hubiera entrado en un sueño hecho realidad. De repente, escuchó risas detrás de él. Se dio vuelta para ver a tres criaturas extrañas que parecían ser amigos entre sí.

Tenían piel verde brillante y ojos grandes como platos. "¡Hola! ¡Soy Zorg!", dijo uno de ellos con una sonrisa amistosa. "No puedo creer esto", murmuró Noah mientras observaba fascinado a los nuevos amigos que acababa de hacer.

"¿Eres nuevo aquí?", preguntó Zorg. "Sí", respondió Noah aún sorprendido. "Bienvenido entonces", dijo otro amigo llamado Glip. "¿Quieres jugar con nosotros?", preguntó el tercero llamado Floop. "¡Claro!", exclamó Noah emocionado.

Jugaron juntos durante horas: saltaron sobre nubes rosa esponjosas, montaron en toboganes gigantes hechos de algodón de azúcar y compitieron en carreras locas a través del espacio intergaláctico lleno de estrellas brillantes. Pero pronto, Noah se dio cuenta de que algo andaba mal.

Había una criatura aterradora acechando en la distancia. Tenía ojos rojos y afilados dientes. "¡Chicos, hay un monstruo!", gritó Noah. "No te preocupes", dijo Zorg tratando de calmarlo. "Nosotros podemos manejarlo".

"¿Cómo?", preguntó Noah asustado. "Con nuestros poderes especiales", explicó Glip con confianza. Los amigos de Noah comenzaron a utilizar sus habilidades únicas para luchar contra el monstruo.

Floop lanzaba rayos láser desde sus ojos verdes brillantes mientras Zorg creaba escudos protectores con su mente. Glip era capaz de levitar objetos y los utilizaba como armas contra el enemigo. Finalmente, después de una intensa batalla, lograron vencer al monstruo y salvar el día.

"No puedo creer lo valientes que son ustedes", dijo Noah admirado por sus nuevos amigos. "Eso es lo que hacemos aquí: protegernos mutuamente", respondió Zorg sonriendo. "Gracias por permitirme ser parte de esto", dijo Noah emocionado mientras abrazaba a sus amigos alienígenas.

"Siempre serás bienvenido aquí con nosotros", dijo Floop acariciando su cabeza. Y así fue como Noah descubrió una nueva dimensión llena de aventuras emocionantes y amistades increíbles.

Aprendió que la valentía no viene del tamaño o la fuerza física, sino del coraje para enfrentar tus miedos junto a aquellos que te quieren y apoyan incondicionalmente.

Dirección del Cuentito copiada!
1