La rana equilibrada
Había una vez en un hermoso estanque, una rana llamada Ramona. Ramona era diferente a las demás ranas, ya que siempre estaba llena de energía y entusiasmo.
Mientras las otras ranas preferían quedarse quietas y disfrutar del sol, ella saltaba de hoja en hoja sin parar. Un día, Ramona se dio cuenta de que ser tan fogoza tenía sus desventajas. Sus amigos ranitas la miraban con preocupación mientras saltaba sin descanso por el estanque.
"Ramona, ¡deberías relajarte un poco!", le decían. Pero a ella no le importaba lo que dijeran los demás. Un día soleado, mientras todas las ranitas se encontraban tomando una siesta, Ramona decidió aventurarse más allá del estanque.
Saltó sobre piedras y ramas hasta llegar a un campo verde y extenso lleno de flores multicolores. Allí, Ramona conoció a Lucas, un sapito muy tranquilo y sabio que vivía en el campo.
Lucas veía cómo Ramona saltaba sin parar y decidió acercarse para hablarle: "Hola Ramona, veo que eres muy fogoza". Ramona sonrió emocionada: "¡Así es! No puedo evitarlo". Lucas le explicó amablemente: "Ser fogoza está bien siempre y cuando aprendamos a canalizar nuestra energía de manera positiva".
Ramona frunció el ceño confundida pero interesada: "¿Cómo hago eso?"Lucas le enseñó diferentes actividades divertidas como hacer carreras con otros animales del campo o jugar al escondite entre las flores.
También le mostró cómo podía saltar de hoja en hoja sin dejar a sus amigos detrás, invitándolos a unirse a su diversión. Ramona se dio cuenta de que la verdadera diversión estaba en compartir momentos con los demás y no solo en saltar sin rumbo fijo.
Aprendió a disfrutar de la compañía de sus amigos y se dio cuenta de que todos tenían algo especial para ofrecer. Desde ese día, Ramona se convirtió en una rana más equilibrada y feliz.
Seguía siendo fogoza, pero ahora también sabía cuándo era el momento adecuado para relajarse y disfrutar del sol junto a sus amigos. Y así, Ramona demostró que ser diferente no es malo, sino todo lo contrario.
Su energía contagiosa alegraba el estanque y animaba a todos los animales a vivir aventuras divertidas juntos. Fin
FIN.