La Rana Noble


Había una vez en un reino muy lejano, una rana que siempre soñaba con convertirse en príncipe. Un día, mientras deambulaba por el bosque, encontró a una hermosa reina dorada.

La rana quedó impresionada por la belleza de la reina y le preguntó: "¿Cómo es que eres tan bella? ¿Qué puedo hacer para ser así?"La reina respondió: "Soy hermosa porque tengo un corazón puro y bondadoso. No necesitas ser como yo para ser bello.

Solo debes ser tú mismo y tener un buen corazón". La rana se sintió inspirada por las palabras de la reina y decidió trabajar duro para mejorar su carácter.

Un día, mientras nadaba en el estanque del bosque, la rana encontró una moneda de oro. Sabiendo que no tenía valor para ella, decidió regalarla a alguien que pudiera apreciarla más. "Hola señor sapo", dijo la rana al sapo más grande del estanque.

"Encontré esta moneda de oro y pensé que podría gustarte". El sapo estaba asombrado por la generosidad de la pequeña rana y le dijo: "Eres una criatura verdaderamente noble y bondadosa. Siempre recuerda esto: lo bueno siempre vuelve a ti".

La rana siguió trabajando arduamente en su comportamiento hasta que finalmente se convirtió en un príncipe amable y respetuoso. Un día, cuando estaba caminando por el jardín del palacio real, se encontró con la hermosa reina dorada nuevamente.

Esta vez, ella estaba impresionada por la transformación del príncipe rana. "¿Eres tú, la pequeña rana que conocí en el bosque?", preguntó la reina. "Sí, soy yo", respondió el príncipe con una sonrisa.

"Gracias a tus sabias palabras y al consejo del sapo más grande del estanque, aprendí que la verdadera belleza proviene de dentro". La reina se sintió inspirada por el cambio del príncipe y decidió hacerlo su compañero real.

Juntos gobernaron el reino con bondad y justicia, siempre recordando las lecciones que habían aprendido juntos: que ser uno mismo y tener un buen corazón es lo que realmente importa en la vida. Y así vivieron felices para siempre.

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