La rana que temía al sol

En un hermoso estanque, vivía una pequeña rana llamada Renata. Renata era una rana muy especial, ya que cada vez que salía el sol, se escondía asustada bajo una hoja de nenúfar. Sus amigos del estanque, el patito Pablito y la libélula Luisa, no entendían por qué Renata tenía tanto miedo del sol.

Un día, Renata decidió contarles a sus amigos por qué tenía tanto temor. "Tengo miedo de que el sol me haga daño y me seque", les confesó con preocupación. Pablito y Luisa se miraron sorprendidos, nunca habían escuchado algo así. Decidieron que tenían que hacer algo al respecto.

Pablito pensó que la mejor forma de ayudar a Renata era buscar al sabio búho del bosque, quien seguramente tendría una solución. "Vamos a buscar al búho", propuso Pablito emocionado. Renata dudó al principio, pero al ver la determinación de sus amigos, aceptó.

Caminaron por el bosque, afrontando peligros y desafíos, hasta que finalmente encontraron al búho. "¿Por qué temes al sol, pequeña rana?", preguntó el búho con sabiduría. Renata explicó su miedo, y el búho sonrió con calma. "El sol es tu amigo, Renata. Es gracias a él que las plantas crecen y que el estanque es un lugar hermoso para vivir", explicó el búho.

El búho le enseñó a Renata sobre la importancia del sol y cómo éste no le haría daño. La rana empezó a comprender y poco a poco perdió el miedo. Decidió enfrentar su temor y salir de su escondite en un amanecer, sintiendo los cálidos rayos del sol en su piel. Se sintió bien, ¡no le hizo daño en absoluto! Todos en el estanque aclamaron a Renata por vencer su temor. Desde entonces, Renata disfrutaba cada rayo de sol sin esconderse, agradeciendo su calidez y su brillo.

Desde ese día, Renata les contaba a todos los animales del estanque lo importante que era vencer los miedos, y cómo el sol no era algo a temer, sino un regalo de la naturaleza. Y así, la valentía y la sabiduría del búho, junto con el apoyo de sus amigos, ayudaron a Renata a superar su miedo, y juntos vivieron felices en el hermoso estanque.