La Rana Valiente y el Lago Encantado



En un tranquilo y hermoso lago, rodeado de verdes campos y al borde de un bosque lleno de aves cantoras, vivía una pequeña rana llamada Roni. Roni era diferente a las demás ranas: siempre soñaba con saltar más lejos, explorar y conocer el mundo más allá de su querido estanque.

Un día, mientras Roni practicaba sus saltos cerca de la orilla, escuchó a su amiga la tortuga Tula decir:

"Roni, ¿por qué siempre estás saltando? Hay un mundo más allá, pero es peligroso y desconocido. ¡Es más seguro quedarte aquí!"

Roni miró a Tula y, con una sonrisa, respondió:

"Pero Tula, ¡no quiero pasar mi vida solo saltando en el mismo lugar! También quiero ver lo que hay más allá del lago. Quizás haya cosas asombrosas esperándome."

Tula suspiró y dijo:

"Está bien, pero ten cuidado. No siempre es fácil lo que parece."

Motivada por sus sueños, Roni decidió que ese día saltaría más lejos que nunca. Con un gran brinco, tomó impulso y saltó. Para su sorpresa, logró atravesar el borde del lago, aterrizando en un hermoso prado lleno de flores coloridas.

"¡Mirá Tula! ¡He llegado al prado!" - gritó Roni emocionada.

"¡Es hermoso!" - contestó Tula desde la orilla del lago, inquieta por la aventura de su amiga pero a la vez feliz por ella.

Pero la alegría de Roni no duró mucho. Observó que el prado era solo una parte del paisaje, y que más allá había un gran río, y un puente que parecía llevar a un lugar misterioso. Con mucha determinación, Roni decidió seguir explorando.

Al cruzar el puente, llegó a una selva espesa. Allí encontró a un loro llamado Pico que estaba atrapado en una nube de hiedra.

"¡Ayuda! No puedo salir de aquí, soy muy pequeño para liberar mis alas" - dijo Pico con desesperación.

Roni no lo dudó:

"¡Voy a ayudarte!" - exclamó. Con sus pequeñas patas, Roni comenzó a escarbar y a tirar de las hojas. Después de mucho esfuerzo, Pico pudo liberarse.

"¡Eres una rana muy valiente! ¡Gracias!" - dijo Pico con alegría.

Roni, emocionada por haber ayudado a su nuevo amigo, le preguntó:

"¿Qué haces por aquí?"

Pico respondió:

"Estoy buscando una forma de volar alto, pero no puedo hacerlo solo."

Roni sonrió y le dijo:

"¡Podemos hacerlo juntos! Yo puedo saltar alto y tú volar. ¡Seremos un gran equipo!"

Juntos, Roni y Pico siguieron explorando la selva. Con cada aventura, Roni se daba cuenta de que no importaba el tamaño; lo que realmente importaba era la valentía y la amistad. Sin embargo, al caer la tarde, se dieron cuenta de que se habían alejado demasiado del lago.

"¿Cómo regresaremos?" - se preocupó Roni.

"Podemos seguir las estrellas y el sonido del agua del lago, estoy seguro que lo encontraremos" - dijo Pico.

Siguiendo las estrellas y el sonido del agua, Roni y Pico caminaron juntos, encontrando el camino de regreso. A medida que avanzaban, se dieron cuenta de que se habían vuelto unos grandes amigos y que juntos habían vivido una verdadera aventura.

Finalmente, llegaron al borde del lago donde Tula los estaba esperando, angustiada por lo que podría haberles pasado.

"Pensé que no volverían, pero veo que están a salvo" - dijo Tula aliviada.

Roni sonrió, llena de alegría, y contó todas sus aventuras.

"¡Tula, fue increíble! Ayudé a Pico y descubrimos un mundo nuevo. No tener miedo nos hizo valientes."

Tula la mira y le dice:

"A veces, arriesgarse un poco puede llevarnos a experiencias maravillosas. Estoy orgullosa de vos, Roni."

Desde ese día, Roni, Tula y Pico compartieron muchas aventuras juntas en el lago y más allá, aprendiendo que con valentía y amistad, no hay límites para lo que pueden lograr. Así, Roni comprendió que el verdadero tesoro no es solo descubrir nuevos lugares, sino tener amigos con quienes compartir las aventuras.

Y así, en el lago encantado, siempre había una pequeña rana, una tortuga sabia y un loro valiente listos para explorar el mundo juntos. ¡Y colorín colorado, este cuento se ha acabado!

FIN.

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