La Ranita Feliz y Su Festín



Érase una vez en un hermoso estanque rodeado de flores y cañas verdes, una ranita llamada Rita. Rita era conocida por su alegre canto y su sonrisa deslumbrante. Pero lo que más le encantaba a Rita era organizar festines con sus amigos del bosque. Un día, decidió que quería hacer el mejor festín de todos, lleno de manjares que todos pudieran disfrutar.

"- ¡Voy a invitar a todos!" - exclamó Rita emocionada.

Así que se puso a trabajar. Comenzó a recolectar dulces néctares de flores, fresitas y mosquitas. Cada día, iba a visitar a sus amigos, el viejo búho, la mariposa colorida y la tortuga sabionda para pedir ayuda.

Los amigos de Rita se mostraron entusiasmados.

"- Me encantaría ayudar, pero necesito un poco de miel", dijo la mariposa.

"- Yo puedo traer los deliciosos insectos, pero tengo que ir muy lejos para encontrarlos", comentó el búho.

"- No te preocupes, Rita, yo traeré algo especial", agregó la tortuga mientras se sonreía misteriosamente.

Rita se sintió muy feliz, así que decidió organizar un encuentro para planificar cómo preparar el festín. El día llegó, y todos estaban listos para contribuir. Pero cuando Rita se dio cuenta de que había olvidado un ingrediente fundamental: ¡el agua!"- Oh no, no puedo tener un festín sin agua!" - exclamó. "¿Cómo haré para conseguir agua fresca?"

Fue entonces cuando la tortuga, que siempre tenía buenos consejos, dijo: "- No te preocupes, Rita. Llame a todos los sapos del estanque. Ellos son expertos en encontrar y traer agua."

Rita, aliviada por la sugerencia, reunió a los sapos. Cuando llegaron, se pusieron a trabajar y pronto trajeron agua fresca del manantial cercano. El festín finalmente podía comenzar.

Mientras estaban preparando la comida, comenzaron a surgir problemas. La mariposa se distrajo con una flor bonita y se perdió, el búho no podía encontrar los insectos, y la tortuga tardó más de lo esperado en traer su sorpresa especial.

Rita se preocupó. "- ¿Qué pasará si no logramos hacer el festín a tiempo?" - dijo angustiada.

"- No te preocupes, Rita, siempre hay tiempo para disfrutar de la compañía de los amigos", dijo el búho, intentando calmarla. "Lo importante es que estemos juntos y nos divirtamos."

Entonces, Rita tuvo una idea. "- ¡Ya sé! Mientras esperemos, ¡podemos hacer un juego!"

Y así, todos comenzaron a jugar en el estanque mientras esperaban el regreso de la tortuga. Se lanzaban pequeños chapuzones y saltos, y pronto todos se olvidaron de la angustia y disfrutaron del momento. Cuando la tortuga finalmente regresó con su sorpresa, todos se miraron emocionados.

"- ¡Miren!" - gritó la tortuga mientras mostraba un gran plato de algas deliciosas. "Son un manjar del fondo del estanque."

Finalmente, con todos los ingredientes reunidos, Rita y sus amigos prepararon la comida. Era un banquete espléndido, y todos estaban felices de verse reunidos. La mariposa trajo una maravillosa decoración con flores de colores, el búho había atrapado los mejores insectos, y la tortuga había conseguido el platillo especial.

"- ¡Este es el mejor festín de todos!" - declaró Rita mientras todos reían y cantaban.

Y así, entre risas y alegría, aprendieron que a veces, aunque las cosas no salgan como se planean, lo más importante es disfrutar de los momentos juntos y aprender a resolver los problemas en equipo. Desde entonces, Rita se convirtió en la ranita más estimada del estanque, y sus festines se transformaron en una tradición esperada por todos.

Y así, cada vez que Rita organizaba su festín, siempre añadía un rato de juegos y risas a la preparación, recordando que la verdadera alegría estaba en la compañía de sus amigos, no solo en la comida.

Fin.

FIN.

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