La Ranita Traviesa y Su Festín



En un hermoso estanque escondido entre los juncos y florecitas de colores, vivía una ranita llamada Rina. Rina no era una ranita cualquiera, ¡era la ranita más traviesa del lugar! Siempre estaba buscando aventuras y, por supuesto, disfrutando de deliciosos banquetes a la hora de la comida. Los insectos eran su golosina preferida, y siempre tenía una nueva manera de atraparlos.

Un día, Rina decidió que quería preparar el mejor festín para todos sus amigos en el estanque. "¡Voy a invitar a todos!"-, gritó llena de emoción. Y así, Rina comenzó a planear su gran festival.

Primero, decidió que necesitaría muchos ingredientes. "¿Qué tal si voy a buscar a esos deliciosos saltamontes de la orilla?"- pensó. Rina saltó alegremente hacia la orilla, pero se encontró con su amiga la tortuga, Tula, que parecía preocupada.

"Hola, Tula, ¿estás bien?"- preguntó Rina.

"¡Oh, Rina! Estoy buscando algunas hojas tiernas para mi almuerzo, pero no puedo encontrarlas por aquí"-, respondió Tula, desanimada.

"¡No te preocupes, Tula!"- dijo Rina alegremente. "Vení conmigo, yo sé dónde están. Después de todo, ¡mi festín también necesita un poco de ensalada!"-

Tula sonrió y decidió acompañar a Rina. Juntas, se aventuraron por el bosque, disfrutando del paisaje y de la compañía. Pero, en el camino, se toparon con un río que les impedía seguir avanzando.

"¿Y ahora qué hacemos?"- se preguntó Tula, mirando el agua turquesa.

"¡Tengo una idea!"- dijo Rina, emocionada. "Con mis grandes saltos nos podemos cruzar, solo sigue mis pasos."-

Rina comenzó a saltar de piedra en piedra, ayudando a Tula a cruzar. Sin embargo, justo cuando llegaron a la última piedra, ¡Rina perdió el equilibrio y cayó al agua!"¡Ayuda, Tula!"-, gritó Rina, chapoteando.

Tula, sin pensarlo, se metió al agua y ayudó a Rina a salir. "¡Estás bien! Pero, por favor, ten cuidado. ¡No necesitamos un accidentado festín!"- dijo, riendo.

"¡Gracias, amiga! Eres la mejor tortuga del mundo"- respondió Rina, todavía empapada pero llena de alegría.

Una vez que Rina se secó un poco, las dos amigas continuaron su búsqueda. Finalmente, encontraron un área repleta de hojas tiernas, y también algunos saltamontes descansando. "¡Mirá, Tula! Este es el lugar perfecto para recolectar lo que necesitamos"- dijo Rina con los ojos brillantes.

Mientras recolectaban, Rina notó que una pequeña rana estaba mirando desde una hoja. Tenía una mirada triste y Rina se acercó.

"Hola, ¿te gustaría unirte a nuestro festín?"- preguntó Rina.

"No sé... no tengo amigos"- contestó la pequeña rana.

"¡Eso no es un problema! Vení con nosotros y podrás hacer muchos amigos"- insistió Rina.

La pequeña rana, llamada Nina, decidió unirselas y poco a poco recuperó su sonrisa. A medida que avanzaban, Rina, Tula y Nina discutían sobre qué más podrían preparar para el festín.

"¿Qué tal unas flores comestibles?"- sugirió Tula.

"¡Sí! Siempre le dan un toque especial a los platos"- respondió Rina.

Nina, inspirada, dijo: "¡Y podemos hacer juegos después de la comida!"-

Con el tiempo, lograron reunir todo lo necesario para preparar un gran festín.

El día del festín llegó, y todos sus amigos llegaron al estanque. Había saltamontes, hojas frescas, flores, y una rica ensalada especial preparada por las tres amigas. Todos disfrutaban de la comida y bailaban al ritmo del agua salpicando.

"Este es el mejor festín de todos los tiempos!"- exclamó Rina.

Los amigos se reían y compartían historias, creando lazos y memorias invencibles.

"Rina, gracias por invitarme. Nunca pensé que podría tener tantos amigos"- dijo Nina, felizmente sorprendida.

"Siempre hay lugar para una nueva amiga en nuestras aventuras"- dijo Rina, sonriendo.

Al finalizar el festín, Rina comprendió que la verdadera alegría no solo estaba en la comida, sino también en compartir momentos con amigos y ayudar a quienes lo necesitan. Desde ese día, siempre recordaron que la amistad y la colaboración son los mejores ingredientes para un festín especial.

Y así, el estanque vibró de risas y nuevas amistades, gracias a La Ranita Traviesa y su increíble festín.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!