La rata pelada y el circo de los sueños



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Ratonia, una rata muy especial llamada Rata pelada. A diferencia de las otras ratas, Rata pelada no tenía pelo en su cuerpo.

Esto hacía que se sintiera diferente y a veces triste. Un día, mientras caminaba por el parque del pueblo, Rata pelada escuchó voces provenientes de un árbol cercano. Se acercó sigilosamente y vio a un grupo de aves cantando y bailando alegremente.

Rata pelada se sintió fascinada por la música y los movimientos graciosos de las aves. Decidió acercarse y preguntarles si podía unirse a ellas. - ¡Hola! Soy Rata pelada, ¿puedo bailar con ustedes? -preguntó tímidamente.

Las aves se miraron entre sí sorprendidas por la aparición de la rata sin pelo. Pero luego, una ave llamada Pajarito valiente dijo:- ¡Claro que sí! Todos son bienvenidos aquí para disfrutar de nuestra música y baile.

Rata pelada saltó de alegría y comenzó a moverse al ritmo de la melodía junto con las aves. Pronto descubrió que podía moverse con tanta gracia como ellas, incluso sin tener pelo en su cuerpo.

Días después, el rumor sobre la habilidad para el baile de Rata pelada llegó a oídos del famoso director del circo del pueblo, Don Cirilo. Él estaba buscando nuevos actos para su espectáculo y pensó que la rata podría ser una gran atracción.

Don Cirilo fue al parque donde solían ensayar las aves y se acercó a Rata pelada. - ¡Hola, pequeña rata! Me han dicho que eres una excelente bailarina. ¿Te gustaría unirte a mi circo? Rata pelada no podía creer lo que estaba escuchando.

Nunca antes había sido reconocida por su talento y ahora tenía la oportunidad de brillar en el escenario. - ¡Sí, sí, me encantaría! -exclamó emocionada. Así fue como Rata pelada se convirtió en la estrella del circo de Ratonia.

Su gracia y habilidad en el baile dejaban boquiabiertos a todos los espectadores. La gente del pueblo aplaudía y vitoreaba cada vez que ella aparecía en el escenario.

Rata pelada se dio cuenta de que ser diferente no era algo malo, sino algo especial que la hacía única. Aprendió a aceptarse tal como era y a valorar sus propias cualidades.

Con el tiempo, Rata pelada decidió compartir su historia con otros animales para inspirarlos a seguir sus sueños sin importar las diferencias físicas o apariencias externas. Y así, gracias al coraje y determinación de Rata pelada, los demás animales aprendieron una valiosa lección: nunca juzgar por las apariencias y siempre valorar las habilidades únicas de cada individuo.

Desde ese día, Ratonia se convirtió en un lugar donde todos eran aceptados tal como eran y donde cada uno podía encontrar su propio talento para brillar como lo hizo Rata pelada.

FIN.

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