La ratoncita que aprendió a cuidar sus dientes


Había una vez una ratoncita muy traviesa llamada Mia, a quien le encantaban los dulces. Mia no escuchaba a sus padres cuando le decían que no comiera tantos dulces, y pasaba todo el día correteando y comiendo golosinas.

Su papá siempre le recordaba lo importante que era cuidar sus dientes, pero Mia pensaba que no pasaba nada si comía todos los dulces que quería. Un día, mientras jugaba en el parque, sintió un dolor punzante en su diente.

Su papá la llevó al odontólogo, donde le dijeron que tenía muchas caries y que necesitaría un tratamiento para arreglar sus dientes. Mia se puso muy triste y arrepentida de no haber escuchado a sus padres.

El odontólogo le explicó lo importante que era cepillarse los dientes después de comer dulces y visitar al dentista regularmente. A partir de ese día, Mia comenzó a cuidar sus dientes, cepillándolos después de cada comida y evitando comer tantos dulces.

Con el tiempo, sus dientes sanaron, y Mia aprendió que escuchar a sus papás y cuidar su salud era lo más importante. Ahora, Mia disfruta de los dulces de vez en cuando, pero siempre cuidando sus dientes y escuchando los consejos de sus papás.

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