La rebelión de las palabras



Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Verde, un simpático agricultor llamado Pedro. Pedro era conocido por ser el hombre más trabajador de la región y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás.

Sin embargo, había algo que le entristecía: en Villa Verde estaba prohibido leer libros. Un día, mientras Pedro trabajaba en su granja, vio acercarse un barco pirata a lo lejos.

El barco se detuvo frente al castillo del rey y de él bajó una valiente mujer pirata llamada Marina. Ella también había oído hablar de la prohibición de leer libros y quería cambiar esa situación.

Marina decidió entrar al castillo para hablar con el rey sobre el tema y Pedro decidió acompañarla para brindarle apoyo moral. Al llegar al salón del trono, se encontraron con la hechicera malvada Morgana y su compañero ladrón, Lucas. Morgana era conocida por sus malvados encantamientos y Lucas por sus habilidades para robar tesoros.

Ambos estaban conspirando en contra del rey e intentaban convencerlo de mantener la prohibición de los libros para tener más poder sobre el pueblo.

Pedro y Marina no podían permitir que eso sucediera, así que idearon un plan para desafiar a Morgana y Lucas. Decidieron hacerles creer que habían encontrado un libro mágico muy poderoso que solo podía ser abierto si todos los habitantes del pueblo lo leían juntos.

"¡Miren lo que hemos encontrado! ¡Un libro mágico!"- exclamó Pedro emocionado mientras sostenía una vieja revista agrícola. Morgana y Lucas se acercaron con curiosidad, pero antes de que pudieran darse cuenta de la trampa, Pedro y Marina los empujaron dentro del salón del trono y cerraron la puerta.

Dentro del salón no había luz, así que Morgana y Lucas quedaron atrapados en la oscuridad. Pedro y Marina corrieron a buscar al rey para contarle lo sucedido.

El rey estaba sorprendido por el plan ingenioso de los agricultores y decidió levantar inmediatamente la prohibición de leer libros. El pueblo entero celebró esta noticia con alegría.

Los niños volvieron a tener acceso a sus cuentos favoritos, los adultos retomaron sus estudios y Villa Verde se llenó nuevamente de conocimiento. Mientras tanto, dentro del salón del trono, Morgana y Lucas aprendieron una valiosa lección sobre el poder del conocimiento. A partir de ese día, prometieron usar sus habilidades para hacer el bien en lugar de causar problemas.

Desde entonces, Pedro siguió trabajando en su granja pero ahora también dedicaba tiempo a enseñar a los niños sobre la importancia de la lectura.

Marina continuó surcando los mares como pirata, pero ahora llevaba consigo una biblioteca ambulante para compartir historias con todos aquellos que encontraba en su camino. Y así, gracias a la valentía y astucia de Pedro y Marina, Villa Verde se convirtió en un lugar lleno de sabiduría donde todos podían disfrutar libremente de los libros.

Fin.

FIN.

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