La rebelión de las vocales



Había una vez en un colegio muy especial, donde las vocales eran las mejores amigas. A, E, I, O y U siempre jugaban juntas en el recreo y se divertían mucho.

Pero un día, mientras estaban en clase de matemáticas, la maestra les dijo que debían conocer a unos nuevos amigos: los números. Las vocales se miraron entre ellas con curiosidad y emoción. Estaban ansiosas por hacer nuevos amigos y aprender más cosas interesantes.

La maestra les explicó que los números eran muy importantes porque nos ayudaban a contar y a realizar operaciones matemáticas. "¡Hola! Soy el número 1", dijo un simpático uno con una sonrisa brillante.

"¡Mucho gusto! Yo soy la vocal A", respondió A emocionada de tener un nuevo amigo.

Así, poco a poco fueron presentándose todos: el número 2 con su personalidad tranquila se llevó muy bien con la vocal E; el número 3 era un poco travieso pero simpático, le encantaba jugar con la vocal I; el número 4 era muy ordenado y serio, perfecto para ser amigo de la vocal O; finalmente, el número 5 era alegre y divertido, ideal para acompañar a la vocal U.

Las vocales y los números comenzaron a jugar juntos en el colegio. Descubrieron que formaban un gran equipo: podían contar hasta llegar al infinito, resolver problemas matemáticos y hasta crear palabras juntos.

La maestra estaba feliz de ver lo bien que se llevaban sus alumnos. Un día, durante una clase de sumas y restas, surgió un problema inesperado. Un grupo de consonantes malvadas empezaron a causar problemas en el colegio.

Intentaban separar a las vocales de sus amigos números para sembrar el caos. Las vocales se dieron cuenta del plan malvado de las consonantes e idearon un plan para detenerlas.

Con la ayuda de los números, crearon ecuaciones mágicas que hicieron desaparecer a las consonantes malvadas y restauraron la paz en el colegio. Desde ese día, las vocales valoraron aún más su amistad con los números. Habían aprendido que juntos eran imparables y que podían superar cualquier desafío si trabajaban en equipo.

Así siguieron siendo amigos inseparables, enseñando a todos en el colegio la importancia de la amistad y la colaboración. Y colorín colorado este cuento ha terminado ¡Los números y las vocales siempre serán amigos enamorados!

FIN.

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