La Reconciliación de las Hermanas
Había una vez, en un pequeño pueblo, dos hermanas llamadas Camila y Sofía. Ambas eran muy diferentes: Camila era alegre y extrovertida, mientras que Sofía era seria y reservada.
Pasaban sus días discutiendo por cualquier motivo, desde quién usaba la computadora primero hasta quién ocupaba más espacio en el armario. Sus peleas eran constantes, y los padres no sabían qué hacer para que se llevasen bien. Un día, cansadas de vivir en constante conflicto, decidieron poner fin a sus peleas.
-¿Hermanita, qué te parece si empezamos de cero y nos damos una oportunidad para llevarnos bien? -propuso Camila con una sonrisa. Sofía, sorprendida por la propuesta, asintió con una tímida sonrisa.
A partir de ese momento, las hermanas se esforzaron por entenderse y respetarse mutuamente. Descubrieron que tenían gustos en común, como la música y la cocina. Pasaron tardes enteras cocinando juntas y riendo sin parar. Con el tiempo, se convirtieron en las mejores amigas, compartiendo secretos, sueños y aventuras.
Juntas aprendieron que las diferencias no eran un obstáculo, sino una oportunidad para aprender el uno del otro. Así, las hermanas encontraron la alegría de tenerse la una a la otra, fortaleciendo su vínculo día a día.
La reconciliación entre Camila y Sofía fue el comienzo de una hermosa amistad que duraría para siempre.
FIN.