La Reina del Parque
Lucia era una niña de 10 años muy inteligente y habilidosa. Le encantaba jugar al ajedrez y al voley, dos deportes que la mantenían activa física y mentalmente.
Siempre estaba en busca de nuevos retos para mejorar su juego. Un día, mientras jugaba un partido de voley con sus amigos en el parque, notó que había un grupo de niños más pequeños observándolos con admiración.
Lucia se acercó a ellos para saludarlos y preguntarles si querían jugar también. - Hola chicos, ¿quieren jugar con nosotros? - les dijo Lucia con entusiasmo. - ¡Sí! - respondieron los niños emocionados. Lucia dividió a los niños en equipos y comenzaron a jugar.
Al principio, los más pequeños estaban un poco nerviosos e inseguros, pero Lucia les dio algunos consejos sobre cómo moverse en la cancha y cómo golpear la pelota correctamente. Pronto estaban jugando como verdaderos profesionales.
Después del partido, los niños agradecieron a Lucia por enseñarles cómo jugar mejor al voley. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo bien que se sentía ayudando a otros.
Esa misma noche, mientras jugaba una partida de ajedrez contra su padre en casa, le contó lo que había pasado ese día en el parque. - Papá, hoy descubrí algo nuevo sobre mí misma - dijo Lucia sonriendo-. Me encanta enseñarle cosas nuevas a la gente y ver cómo progresan gracias a mis consejos. Su padre asintió orgulloso.
- Eso es genial hija -dijo-. Nunca subestimes el poder que tienes para inspirar a otros y hacer una diferencia en sus vidas.
A partir de ese día, Lucia se esforzó por ser una mentora para los niños más pequeños del parque. Les enseñaba a jugar al ajedrez y al voley, y siempre estaba dispuesta a ayudarles cuando necesitaban consejos o apoyo.
Con el tiempo, su pasión por enseñar le llevó a convertirse en entrenadora de un equipo juvenil de voley. Y aunque no ganaron todos los partidos que jugaron juntos, Lucia aprendió que lo importante era divertirse mientras se juega y trabajar juntos como un equipo.
Lucia descubrió que su amor por el ajedrez y el voley no solo la hacía feliz a ella misma, sino que también podía inspirar a otros para encontrar sus propias pasiones y habilidades. Y así fue como se convirtió en una verdadera campeona dentro y fuera de la cancha.
FIN.