La Reina Más Astuta y Aprovechadora

Había una vez en un reino lejano, una reina llamada Clara. Clara era conocida por ser la más astuta y aprovechadora de todas. Siempre buscaba la forma de sacar ventaja en cada situación. No obstante, a pesar de su inteligencia, Clara era muy solitaria; su estrategia de vida la había alejado de los demás. Un día, un viajero llamado Lucas llegó al reino. Era un joven simpático que viajaba de lugar en lugar, y al enterarse de la fama de la reina, decidió visitarla.

"¡Hola, Reina Clara!" - saludó Lucas con una sonrisa. "He escuchado mucho sobre tu astucia. ¡Me encantaría aprender de ti!"

"¿De verdad?" - respondió Clara, intrigada. "Entonces, ¿te gustaría unirte a mi corte y ayudarme?"

Lucas aceptó encantado, pensando que podría hacer grandes amistades en el palacio.

A medida que pasaron los días, Lucas comenzó a notar cómo la reina siempre manipulaba a los demás para obtener lo que quería. Un día, organizó un gran banquete, invitando a todos los nobles del reino.

"¡Así mostraré quién manda!" - exclamó Clara. Pero Lucas, con su naturaleza amistosa, no estuvo de acuerdo.

"Reina Clara, tal vez podrías hacer algo diferente. En vez de solo ganar poder, ¿por qué no intentas hacer amigos?"

"¿Amigos?" - Clara frunció el ceño, pues esa no era su forma de pensar. Pero decidió darle una oportunidad a Lucas.

El día del banquete, en vez de servir la comida más lujosa, Clara optó por darles a todos un plato de su receta favorita. Al principio, los nobles miraron confundidos, pero al probar la comida, todos sonrieron y comenzaron a contar historias entre sí. La atmósfera cambió, y los nobles se sintieron felices.

Cuando Lucas vio que la reina podía conectar con la gente a través de la comida y la risa, se le ocurrió otra idea brillante.

"Reina Clara, ¿por qué no organizamos un torneo de juegos donde puedan participar los ciudadanos?"

"No sé Lucas, eso no sonaría muy... astuto" - comentó Clara, dudando.

"Pero sería divertido y además, uniría a la gente. Una reina astuta debe preocuparse por su pueblo."

Al final, Clara se dejó convencer. Juntos organizaron el torneo, donde tanto nobles como ciudadanos podían competir en juegos de ingenio y habilidades. Para sorpresa de Clara, la gente no solo disfrutó de los juegos, sino que también comenzó a tratarla de forma diferente. La aclamaban, no solo por ser la reina, sino también por ser parte de sus vidas.

"¡Nunca había visto a la reina tan cercana!" - dijeron muchos.

"Desde que llegó Lucas, todo cambió para mejor," - comentaron otros.

A medida que pasaron las semanas, Clara empezó a darse cuenta de que la verdadera astucia no era solo aprovecharse de los demás, sino saber escuchar, reír y compartir momentos significativos.

"Lucas, creo que he aprendido algo importante. Antes pensaba que solo debía ser la más astuta. Pero ahora sé que también debo ser generosa y amable" - le dijo Clara, mientras organizaban otro evento.

"Exactamente, Reina Clara. La amistad y la colaboración son las verdaderas fortalezas de un buen líder" - respondió Lucas con una sonrisa.

Finalmente, la Reina Clara decidió usar su astucia no sólo para beneficiarse a sí misma, sino también para mejorar la vida de su reino. Juntos, transformaron el castillo en un lugar donde todos eran bienvenidos, y cada semana había un evento que unía a todas las personas.

Y así fue como la Reina Clara se convirtió en la reina más querida, demostrando que la verdadera astucia está en el amor y la amistad. No era solo la reina más astuta, ahora también era la más generosa.

Desde ese día, el reino prosperó y nunca más estuvo solo. La risa y la amistad llenaron cada rincón del castillo.

Y así, la astuta reina aprendió que la verdadera magia de la vida está en compartir momentos con los demás, eligiendo el camino del amor por encima de la manipulación.

Y colorin colorado, este cuento se ha acabado.