La revancha empanadera



Pedro estaba emocionado por participar en el concurso de empanadas. Había pasado días preparando su receta secreta y estaba seguro de que iba a ganar.

Sin embargo, había un lobo llamado Lautaro que siempre trataba de sabotear sus planes. Un día antes del concurso, Pedro se dio cuenta de que algunas de sus empanadas tenían un sabor extraño. Al probarlas, descubrió que Lautaro había intentado ponerles picante para arruinar su oportunidad de ganar.

Pedro sabía que tenía que hacer algo para evitar que Lautaro siguiera causando problemas. Así que decidió hablar con la jueza del concurso, Sandra la lechuza. "Sandra, necesito tu ayuda", dijo Pedro.

"Lautaro está tratando de sabotear mi entrada en el concurso poniéndole picante a mis empanadas". Sandra escuchó atentamente y decidió tomar medidas para asegurarse de que todos los participantes tuvieran una oportunidad justa en el concurso.

Al día siguiente, llegó el gran día del concurso y Pedro estaba listo para mostrar su receta secreta al mundo. Junto a él estaban Nati la tortuga y Rosa la gaviota, también ansiosas por presentar sus propias versiones especiales de empanadas.

La competencia fue feroz pero justo cuando los jueces estaban a punto de anunciar al ganador, ocurrió algo inesperado: las empanadas picantes comenzaron a afectar al público y algunos incluso empezaron a sentirse mal. Pedro rápidamente se dio cuenta de lo que había pasado y señaló hacia Lautaro como el culpable.

Pero en lugar de enojarse y confrontar a Lautaro, Pedro decidió hacer algo diferente. "Lautaro, entiendo que querías ganar pero eso no significa que tengas que sabotear a los demás", dijo Pedro con una sonrisa amistosa.

"Todos tenemos habilidades únicas y podemos aprender de los demás. ¿Por qué no trabajamos juntos para hacer algo realmente especial la próxima vez?"Lautaro se sintió avergonzado por su comportamiento y aceptó la oferta de Pedro.

Juntos, crearon una nueva receta de empanadas que combinaba las mejores partes de cada uno. Cuando llegó el momento del próximo concurso, Pedro y Lautaro presentaron sus nuevas empanadas juntos como un equipo.

Y aunque no ganaron el primer lugar, recibieron muchos aplausos por su trabajo en equipo y humildad. La moraleja de esta historia es que todos podemos aprender del otro si estamos dispuestos a trabajar juntos.

Incluso cuando alguien intenta sabotearnos o hacernos daño, siempre hay una oportunidad para encontrar la paz y el entendimiento mutuo.

FIN.

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