La Revolución de los Niños de San Telmo
Había una vez en Buenos Aires, en el año 1910, un grupo de niños que vivían en un barrio llamado San Telmo. Eran tiempos difíciles para todos porque había mucha injusticia y desigualdad.
Los ricos eran cada vez más ricos y los pobres no tenían ni para comer. Un día, mientras jugaban en la plaza del barrio, escucharon a unos hombres hablar sobre la Revolución de Mayo que había ocurrido muchos años atrás.
Uno de ellos decía:- Si nuestros antepasados pudieron luchar por sus derechos y conseguir la independencia de nuestro país, ¿por qué nosotros no podemos hacer lo mismo? Los niños se quedaron pensando en eso durante varios días.
No entendían muy bien qué era la Revolución de Mayo pero sabían que algo tenía que cambiar. Un día decidieron reunirse en secreto para planear una protesta pacífica contra las injusticias del gobierno.
Uno de ellos dijo:- Debemos ser valientes como nuestros antepasados y luchar por nuestros derechos. Así comenzó su aventura hacia la justicia. Se juntaron con otros niños del barrio y empezaron a hablar con los adultos sobre lo que estaba pasando.
Poco a poco fueron sumando más personas a su causa hasta que se convirtió en un gran movimiento popular. El gobierno se dio cuenta de lo que estaba pasando y envió a la policía para detenerlos pero los niños no se dieron por vencidos.
Organizaron marchas pacíficas, repartieron volantes explicando sus demandas y hablaron con todo aquel que quisiera escucharlos. Finalmente, después de semanas de lucha, el gobierno accedió a negociar con ellos. Les prometieron mejoras en la educación, la salud y el trabajo.
Los niños se sintieron orgullosos de haber logrado algo importante para su comunidad.
Desde ese día, los niños de San Telmo aprendieron que no hay nada más poderoso que la unión y que siempre es posible luchar por lo que uno cree justo. La Revolución de Mayo no fue sólo una historia del pasado, sino una inspiración para ellos y para todas las generaciones venideras.
FIN.