La rosa valiente y el sapo bondadoso

En un hermoso jardín, vivían un sapo llamado René y una rosa de colores brillantes llamada Rosita. René era un sapito simpático y curioso, mientras que Rosita era la rosa más hermosa y delicada de todo el jardín.

Un día, René se acercó a Rosita con timidez y le dijo: "¡Hola, Rosita! Eres la rosa más bonita que he visto en mi vida". Rosita sonrió y respondió: "-¡Gracias, René! Tú también eres muy amable".

Desde ese día, René visitaba a Rosita todos los días. Juntos pasaban horas hablando sobre sus sueños y deseos. Aunque eran tan diferentes en apariencia, tenían algo en común: ambos anhelaban explorar el mundo fuera del jardín.

Un día, una fuerte tormenta azotó el jardín, dejando a Rosita dañada por el viento y la lluvia. Estaba triste porque pensaba que ya no sería tan hermosa como antes. René se acercó a ella con cariño y le dijo: "-No te preocupes, Rosita.

La verdadera belleza está en tu interior. Siempre serás hermosa para mí". Rosita sonrió con gratitud por las palabras reconfortantes de su amigo sapo. Juntos idearon un plan para ayudarla a recuperarse.

René buscó hojas grandes para proteger a Rosita del sol directo; mientras que ella absorbió con fuerza el agua de lluvia para sanar sus raíces dañadas.

Día tras día, trabajaron juntos para cuidar de Rosita hasta que finalmente volvió a florecer más bella que nunca. El resto de las plantas del jardín admiraban su resiliencia y fortaleza.

Un día soleado, cuando todas las flores estaban radiantes bajo el cielo azul, René le propuso a Rosita: "-¿Qué te parece si salimos juntos del jardín para explorar nuevos lugares?" Rosita aceptó emocionada la propuesta de su amigo sapo aventurero. Así comenzaron su viaje fuera del jardín hacia tierras desconocidas llenas de misterios y sorpresas.

Durante su travesía descubrieron la importancia de la amistad verdadera, el valor de la confianza mutua y la belleza que reside en cada ser vivo sin importar su apariencia exterior.

Al regresar al jardín después de muchas aventuras emocionantes, René y Rosita se convirtieron en leyendas entre las plantas por su valentía y amor incondicional. Y así fue como un sapo curioso y una rosa hermosa demostraron al mundo entero que lo importante no es cómo lucimos por fuera, sino quiénes somos realmente en nuestro interior.