La sabia decisión del rey

En un reino muy lejano, gobernaba un rey justo y sabio que siempre buscaba el bienestar de su pueblo.

Un día, el reino se enfrentó a una crisis inesperada: un dragón aterrador amenazaba con destruir los campos de cultivo y aterrorizar a los aldeanos. El rey reunió a sus consejeros y soldados para encontrar una solución. "Debemos enviar a nuestro valiente caballero a luchar contra el dragón", sugirió uno de los consejeros.

"No, eso solo traerá más destrucción y sufrimiento a nuestro pueblo", respondió el rey. Tras reflexionar, el rey propuso: "Propondré un desafío al dragón.

Si logra resolver un acertijo muy difícil, le daremos una generosa recompensa, pero si no puede, deberá irse y nunca volver a amenazar a nuestro reino." El plan se puso en marcha y el dragón aceptó el desafío. El rey le formuló un acertijo que requería astucia y sabiduría. El dragón, confiado en su fuerza, subestimó el desafío.

Pero el rey había elegido el acertijo con cuidado y el dragón no pudo resolverlo. Cumpliendo su promesa, el rey otorgó al dragón una recompensa y el dragón, sorprendido por la sabiduría del rey, aceptó abandonar el reino.

Los aldeanos celebraron la sabia decisión del rey y el reino volvió a la paz y la prosperidad.