La salud mental de Luna


En un hermoso pueblo llamado Alegría, vivía una niña llamada Luna. Luna era muy alegre y siempre estaba rodeada de amigos con los que jugaba y se divertía. Sin embargo, un día algo cambió en ella.

Comenzó a sentirse triste sin razón aparente, perdió el interés en las cosas que solía disfrutar y se alejó de sus amigos.

Al notar este cambio en Luna, sus padres decidieron llevarla a ver a la doctora Estrella, una psicóloga infantil muy querida en el pueblo. La doctora Estrella recibió a Luna con una sonrisa cálida y le dijo:"Hola Luna, soy la doctora Estrella.

¿Cómo estás hoy?"Luna bajó la mirada y respondió en voz baja:"No me siento bien, todo me da igual. "La doctora Estrella entendió que Luna necesitaba ayuda para cuidar su salud mental. Decidió hacerle entender la importancia de hablar sobre lo que sentía y expresar sus emociones.

"Luna, sé que te sientes triste en este momento, pero es importante que sepas que está bien sentirse así de vez en cuando. Todos tenemos altibajos emocionales y es normal pedir ayuda cuando lo necesitamos.

"Luna escuchaba atentamente las palabras de la doctora Estrella y poco a poco comenzó a abrirse sobre lo que le pasaba por la cabeza. Hablaron sobre sus miedos, preocupaciones e inseguridades.

Con el tiempo y con la ayuda de la doctora Estrella, Luna aprendió a identificar sus emociones y a manejarlas de manera saludable. Descubrió técnicas como dibujar lo que sentía, escribir en un diario sus pensamientos o simplemente hablar con alguien cercano cuando se sentía mal.

Un día, mientras paseaba por el parque del pueblo, Luna se encontró con su viejo amigo Lucas.

Él notó lo feliz que lucía Luna y le preguntó curioso:"¡Luna! ¡Qué alegría verte tan contenta! ¿Qué te ha pasado?"Luna sonrió ampliamente y respondió:"Aprendí a cuidar mi salud mental gracias a la ayuda de la doctora Estrella. Ahora entiendo que está bien no estar bien a veces, pero siempre hay formas sanas de superarlo.

"Lucas escuchaba sorprendido las palabras de Luna e inspirado por su valentía decidió también hablar sobre cómo se sentía él últimamente. Así fue como Luna no solo mejoró su propia salud mental sino también ayudó a su amigo Lucas a hacer lo mismo.

Juntos aprendieron la importancia de cuidar sus emociones y apoyarse mutuamente en los momentos difíciles.

Desde entonces, en el pueblo Alegría se hablaba abiertamente sobre la importancia de cuidar la salud mental y todos aprendieron que pedir ayuda no es señal de debilidad sino todo lo contrario: es un acto valiente que nos hace más fuertes como personas. Y colorín colorado, Este cuento ha terminado. Que nunca te dé vergüenzaHablar si tu alma siente penas, Recuerda siempre contarCon quien te pueda ayudar, La salud mental es clavePara una vida feliz ¡Créeme!

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