La sandía gigante de la tía Marta


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Sandía, donde todos los habitantes eran conocidos por cultivar las frutas y verduras más deliciosas de la región.

En este pueblo vivía la tía Marta, una mujer apasionada por su jardín y especialmente por su cultivo de sandías. La tía Marta cuidaba con mucho amor y dedicación cada una de sus sandías, pero un día algo extraordinario sucedió.

Una de las semillas que plantó la tía Marta dio origen a una sandía fuera de lo común. Esta sandía creció y creció hasta convertirse en la más grande que jamás se había visto en el pueblo. Todos los habitantes se maravillaban al ver el enorme fruto, pero la tía Marta estaba preocupada.

"¿Qué voy a hacer con esta sandía gigante? No puedo venderla ni cortarla, sería un desperdicio."- se lamentaba la tía Marta.

Decidió pedir ayuda a sus amigos del pueblo y juntos idearon un plan para darle un buen uso a la sandía. Organizaron un concurso de tallado de sandías, invitando a todos los habitantes del pueblo a participar. El evento fue un éxito, cada persona dio rienda suelta a su creatividad y talló hermosas esculturas en la sandía gigante.

Al final, se realizó una subasta con las obras de arte y todos los fondos recaudados se destinaron a mejorar la escuela del pueblo.

La tía Marta se sintió orgullosa al ver cómo su sandía gigante había inspirado a toda la comunidad a unirse por una buena causa. A partir de ese día, la tía Marta siguió cultivando sus sandías con el mismo amor de siempre, sabiendo que, incluso lo más inesperado, puede convertirse en algo maravilloso.

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