La Sardina Triste



En lo profundo del océano, vivía una pequeña sardina llamada Sofía. Ella formaba parte de un hermoso cardumen, nadando alegremente entre las olas. Un día, durante una gran tormenta, Sofía se separó de su grupo y se encontró nadando sola en medio del vasto mar. La pobre sardina se sintió muy triste y perdida. No sabía cómo encontrar a sus amigas sardinas y temía estar sola para siempre.

Mientras vagaba por el mar, Sofía divisó un barco de pesca. Un amable pescador llamado Martín la encontró y, al verla tan triste, decidió ayudarla. -¿Qué hace una pequeña sardina tan lejos de casa? ¿Estás perdida? -le preguntó Martín con curiosidad.

Sofía le contó su historia al pescador y cómo se había separado de su cardumen durante la tormenta. Conmovido por la tristeza de la sardina, Martín prometió ayudarla a encontrar a sus amigas. Juntos, emprendieron un viaje por el océano en busca del cardumen de sardinas. Durante su travesía, Sofía y Martín se convirtieron en grandes amigos, compartiendo historias y risas mientras exploraban el mar.

Después de varios días de búsqueda, divisaron a lo lejos un resplandor plateado: ¡era el cardumen de sardinas de Sofía! La pequeña sardina no pudo contener su emoción al reencontrarse con sus amigas, y Martín sonrió al verla tan feliz. Las sardinas nadaron alrededor del barco, agradeciendo al pescador por haber ayudado a su amiga.

Sofía se despidió de Martín con tristeza, pero con la promesa de visitarlo de vez en cuando. Desde ese día, la sardina aprendió que, incluso en los momentos más difíciles, siempre habrá alguien dispuesto a tender una mano amiga. Y Martín descubrió que la amistad puede surgir en los lugares más inesperados, incluso en lo profundo del océano.

Y así, la sardina triste encontró la felicidad y la compañía de sus amigas, sabiendo que nunca más volvería a sentirse sola en el vasto mar.

FIN.

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