La Sariguella Lotería y su Sueño de Ayudar



En un pequeño bosque de nueses, vivía una sariguella llamada Susi. A pesar de ser un animalito pequeño, Susi tenía un gran corazón y siempre soñaba con hacer algo especial por su comunidad. Un día, mientras paseaba por el bosque, encontró un billete de lotería tirado entre las hojas. Al mirarlo de cerca, se dio cuenta de que había ganado un premio enorme.

"¡Increíble!" - exclamó Susi, dando saltitos de alegría. "¡Tengo que contarle a mis amigos!"

Susi corrió a su casa y reunió a sus amigos: un loro llamado Lalo, una tortuga llamada Tito y una ardillita llamada Aline.

"¡Chicos, chicos!" - dijo Susi emocionada. "¡Me gané la lotería!"

Los amigos miraron a Susi con asombro.

"¿En serio?" - preguntó Lalo, moviendo sus plumas de colores. "¿Qué vas a hacer con tanta plata?"

Susi pensó por un momento y respondió:

"Voy a ayudar a todos en el bosque. Podemos construir un nuevo lugar de juegos para los más pequeños y un refugio para los animales que no tienen casa."

Todos se sintieron muy felices con la idea de Susi.

"¡Es genial!" - dijo Aline, saltando de alegría. "Siempre quise un lugar donde jugar libremente."

Así que comenzaron a trabajar juntos. Lalo se encargó de buscar a los animales que podían ayudar a construir el lugar, Tito se ocupó de los planos y Aline reunió materiales. Susi usó el dinero de la lotería para comprar lo necesario: madera, pintura y hasta una resbaladilla.

Un día, mientras construían, se encontraron con una familia de conejos que no tenían hogar.

"¡Qué triste!" - dijo Tito. "No tienen un lugar donde vivir."

Susi, al escuchar eso, se detuvo y dijo:

"Podemos ayudarlos. Con el dinero que me sobró, podríamos construirles una casita aquí mismo."

Todos estuvieron de acuerdo y se pusieron manos a la obra. En pocos días, los conejos tuvieron un acogedor hogar. Cuando la familia de conejos se mudó, se mostraron muy agradecidos.

"Gracias, Susi. Eres la mejor sariguella que hemos conocido" - dijo el papá conejo.

Susi se puso un poco sonrojada.

"Yo solo quiero ayudar, todos merecemos un hogar y un lugar para jugar."

El día de la inauguración de la nueva área de juegos llegó. Todos los animales del bosque estaban emocionados. Lalo se encargó de hacer un espectáculo con sus trucos, Tito narró una historia larga sobre sus aventuras y Aline organizó juegos divertidos.

"¡Es el mejor día de la historia del bosque!" - gritó Aline mientras se deslizaba por la resbaladilla.

Pero al caer la tarde, Susi se sintió algo melancólica. Aunque todos se divertían, no podía dejar de pensar en todos los animales que aún necesitaban ayuda.

"Chicos, creo que necesitamos hacer más. Hay muchos que no tienen alimentos ni un lugar cálido para dormir. No puedo quedarme con todo el dinero."

Sus amigos la miraron con admiración.

"Tienes razón, Susi. ¡Deberíamos utilizar lo que nos queda para ayudar a más animales!" - dijo Lalo.

Así que, decidieron hacer una campaña para recolectar comida y reunir más donaciones.

Con el paso de los días, Susi y sus amigos lograron ayudar a muchos animales del bosque. Se realizaron festivales de colecta donde todos los animales daban lo mejor de sí.

Finalmente, lograron organizar un gran banco de comida y un refugio donde los animales podían resguardarse del frío.

"Todo esto comenzó con un billete de lotería, pero lo que realmente importa es el valor de ayudar a los demás" - reflexionó Susi con una sonrisa.

Y así, desde aquel día, Susi no solo se convirtió en la sariguella ganadora de la lotería, sino también en la heroína del bosque, la que siempre estaba dispuesta a ayudar y a compartir su alegría con los demás. Y los animales siempre recordaban:

"Más allá del oro, las mejores riquezas son la amistad y la solidaridad".

FIN.

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