La selva de la amistad
Había una vez en la selva un grupo de cuatro amigos adolescentes: Martina, Juan, Sofía y Lucas. Les encantaba explorar juntos y descubrir los secretos escondidos entre los árboles y los ríos cristalinos.
Un día, decidieron aventurarse más allá de lo conocido y adentrarse en la parte más profunda de la selva. - ¡Qué emocionante es esto! -exclamó Martina mientras caminaban por un estrecho sendero rodeado de vegetación frondosa. - Sí, nunca habíamos llegado tan lejos.
¡Estoy seguro de que encontraremos algo increíble! -respondió Juan con entusiasmo. De repente, escucharon el sonido del agua corriendo y se dieron cuenta de que estaban cerca de un río.
Al acercarse a la orilla, vieron un bote abandonado atascado entre las ramas. - ¡Vamos a ver si podemos arreglarlo y navegar por el río! -propuso Sofía con una sonrisa traviesa en su rostro.
Los cuatro amigos trabajaron juntos para reparar el bote y pronto estaban surcando las aguas del río con alegría. Sin embargo, una corriente fuerte los arrastró hacia aguas desconocidas y se perdieron en medio de la densa selva. - ¡Esto no estaba en nuestros planes! ¿Qué vamos a hacer ahora? -preguntó Lucas preocupado.
- Tranquilos chicos, seguro encontraremos una forma de salir adelante juntos. Somos un gran equipo -dijo Martina tratando de infundirles ánimo a sus amigos. Decidieron seguir remando río abajo en busca de ayuda.
Después de horas navegando, divisaron una cabaña al borde del río donde vivía un anciano sabio llamado Mateo. - Buenos días jóvenes viajeros perdidos. Veo que necesitan ayuda para regresar a casa -dijo amablemente Mateo mientras les ofrecía comida y refugio en su cabaña.
Los adolescentes le contaron su historia al anciano quien les explicó que debían seguir el curso del río hasta llegar a una cascada donde podrían ser rescatados por los guardabosques locales.
Con renovadas esperanzas, Martina, Juan, Sofía y Lucas se despidieron del sabio Mateo y continuaron su travesía por el río. Finalmente llegaron a la cascada donde fueron avistados por los guardabosques quienes los rescataron sanos y salvos.
De regreso a casa, los cuatro amigos reflexionaron sobre lo ocurrido en la selva y cómo trabajar juntos como equipo había sido clave para superar las dificultades que enfrentaron durante su aventura perdida.
Aprendieron que la verdadera amistad puede superar cualquier obstáculo y que siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos cuando más lo necesitamos.
Y así terminó esta inolvidable experiencia en la selva que cambió para siempre la vida de Martina, Juan, Sofía y Lucas; quienes comprendieron el valor de la solidaridad, el trabajo en equipo y nunca subestimar el poderoso vínculo de la amistad verdadera.
FIN.