La selva en peligro



Había una vez, en lo profundo de la selva, un grupo de animales muy especiales.

Estos animales no eran comunes y corrientes, ¡no señor! Ellos se habían dado cuenta de que su hogar estaba siendo destruido poco a poco por los humanos y decidieron tomar cartas en el asunto. El líder de este grupo era Don León, un león valiente y sabio. Junto a él estaban Rita la Rana, Pedro el Pájaro y Lucas el Lobo.

Cada uno tenía habilidades únicas que les ayudarían a proteger la selva. Un día, mientras caminaban por la selva, escucharon un ruido extraño proveniente del río.

Se acercaron sigilosamente para investigar y descubrieron que unos humanos estaban contaminando las aguas con basura. "¡Esto no puede seguir así!" exclamó Don León. "Tenemos que detenerlos antes de que dañen aún más nuestra querida selva". Rita la Rana saltó rápidamente al agua y comenzó a croar tan fuerte como pudo.

Los humanos se asustaron tanto que abandonaron su basura y huyeron del lugar. La rana había logrado ahuyentarlos con su canto. "¡Bien hecho, Rita!" aplaudió Pedro el Pájaro desde las alturas.

Pero su alegría duró poco tiempo cuando vieron humo salir por encima de los árboles. Corrieron hacia el origen del fuego y encontraron una gran área incendiándose descontroladamente. Lucas el Lobo se adelantó rápidamente y sopló con todas sus fuerzas para apagar el fuego.

Pero, por más que soplaba, el incendio seguía creciendo. "¡Necesitamos ayuda!" gritó Don León. En ese momento, apareció Martina la Mariposa, una mariposa mágica con alas de colores brillantes.

Ella voló alrededor del fuego y esparció polvo mágico que hizo que las llamas se extinguieran al instante. "Gracias, Martina" agradeció Don León. "No podríamos haberlo logrado sin ti". Pero su misión no había terminado aún.

Un día, mientras caminaban por la selva en busca de más problemas que resolver, escucharon un ruido proveniente de los árboles. Se acercaron cautelosamente y descubrieron a unos cazadores furtivos atrapando animales para venderlos como mascotas exóticas. Don León sabía que tenían que actuar rápido.

Ideó un plan junto a sus amigos y llevaron a cabo una distracción mientras liberaban a los animales capturados. Finalmente, después de muchas aventuras y desafíos superados juntos, la selva estaba segura y protegida gracias al valiente grupo de animales.

"Hemos demostrado que cuando trabajamos juntos podemos hacer grandes cosas", dijo Don León orgulloso. Desde ese día en adelante, los animales continuaron cuidando la selva y enseñando a otros sobre la importancia de respetarla y protegerla.

Y así, cada vez más personas aprendieron sobre la belleza y fragilidad del ecosistema selvático gracias a estos increíbles animales guardianes. Y colorín colorado, esta historia de los animales que cuidan la selva ¡se ha terminado!

FIN.

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