La selva feliz


En lo profundo de la selva, un lugar vibrante lleno de color y vida, habitaba una gran diversidad de animales.

Pero, a pesar de la belleza del entorno, la alegría no era completa, ya que muchos de los animales vivían en conflicto. Había discusiones por territorio, roces por comida y pleitos por el agua fresca del río. La paz parecía un sueño lejano para todos.

Un día, cansados de la tristeza y los problemas, los animales decidieron reunirse en la clara del bosque para encontrar una solución. - ¿Por qué peleamos tanto si podríamos vivir en armonía? - preguntó la sabia lechuza. - Es cierto, la vida sería mucho mejor si pudiéramos convivir en paz - coincidió el elefante.

Así, entre risas de los monos, zumbidos de los insectos y cantos de las aves, los animales comenzaron a idear un plan. Decidieron que cada especie tendría responsabilidades específicas para asegurar el bienestar de todos.

Los monos, ágiles y curiosos, se encargarían de traer frutas frescas para compartir. Los elefantes, con su fortaleza, serían los protectores de la fuente de agua, garantizando que todos tuvieran acceso.

Las aves coloridas se comprometieron a anunciar la llegada de posibles peligros, uniendo sus cantos para alertar a los demás. Los depredadores se comprometieron a respetar un territorio común y a cazar solo lo necesario, sin excesos. Los animales más pequeños se ofrecieron a contribuir con la limpieza y el orden de la selva.

Con el plan trazado, la cooperación se convirtió en el pilar de la convivencia en la selva. Día tras día, la selva mostraba signos de cambio.

Los animales se ayudaban mutuamente, compartían risas y experiencias, y trabajaban juntos para mantener el equilibrio del ecosistema. El aire se llenó de una energía nueva y reconfortante, y la selva recuperó su esplendor.

Los días se volvieron más alegres y productivos, y cada atardecer, el río era testigo de la gratitud que los animales compartían. La unión logró lo impensable: la selva se había convertido en un hogar armonioso. La felicidad brillaba en los ojos de cada criatura, y la paz reinaba en cada rincón.

La cooperación y el entendimiento habían transformado la selva, demostrando que juntos, todo es posible.

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