La semilla valiente


Había una vez una pequeña semilla de flor amarilla que cayó en un campo lleno de pasto verde.

La semilla estaba emocionada por la posibilidad de crecer y florecer, pero se preguntaba si podría lograrlo en medio del alto y espeso pasto. La semilla comenzó a germinar lentamente bajo tierra, enviando sus raíces profundamente en el suelo para encontrar nutrientes.

A medida que pasaban los días, la planta empezó a emerger del suelo y a estirarse hacia el cielo. Pero pronto se dio cuenta de lo difícil que sería encontrar suficiente luz solar entre el denso pasto. La pequeña flor amarilla decidió no rendirse y buscar soluciones creativas para sobrevivir.

Comenzó a curvarse y torcerse alrededor del pasto, buscando cualquier rayito de sol que pudiera alcanzar. Esto llamó la atención de las demás plantas del campo, quienes se burlaron de ella. "Mira esa flor tonta tratando de crecer en medio del pasto", decían los demás.

Pero la pequeña flor amarilla no dejaba que los comentarios negativos la desanimaran. Siguió esforzándose cada día por encontrar luz solar y nutrirse adecuadamente.

Un día, mientras luchaba por abrirse camino entre el pasto, encontró algo sorprendente: un viejo poste oxidado con un gancho en la parte superior. La pequeña flor amarilla sabía exactamente qué hacer.

Con todas sus fuerzas, trepó por el poste hasta llegar al gancho; desde allí pudo ver todo el campo extenderse ante sus ojos. Estaba emocionada por haber encontrado un lugar donde podría recibir toda la luz solar que necesitaba. Pronto, el resto de las plantas del campo se dieron cuenta de lo inteligente y valiente que era la pequeña flor amarilla.

Admiraban su determinación y comenzaron a aprender de ella. Juntas, buscaron formas creativas de crecer y florecer en medio del pasto.

Con el tiempo, el campo se transformó en un hermoso jardín lleno de flores coloridas y altas hierbas verdes. La pequeña flor amarilla se convirtió en la líder del grupo y todos los demás le estaban eternamente agradecidos por haberles mostrado el camino hacia la luz.

La moraleja de esta historia es que no importa cuán difíciles sean las circunstancias o cuántos obstáculos tengamos frente a nosotros, siempre podemos encontrar una solución si nos esforzamos lo suficiente y somos ingeniosos.

No debemos permitir que las burlas o comentarios negativos nos detengan; debemos seguir adelante con confianza y determinación para alcanzar nuestro potencial máximo.

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