La Semilla Valiente

Había una vez una pequeña semilla de flor que cayó en un lugar oscuro y temía nunca poder crecer. En ese lugar tan sombrío, la semilla se sentía asustada y sola.

Pero a pesar de su miedo, la semilla se aferró a la esperanza de florecer algún día. Decidió que iba a luchar contra la oscuridad y buscar la luz que tanto necesitaba para crecer.

Así que, con valentía, la semilla comenzó a enviar sus raíces en busca de agua y nutrientes, luchando contra la tierra dura y apretada. Después de muchos días de esfuerzo y perseverancia, la semilla finalmente sintió un rayo de luz filtrándose a través de la tierra.

Se sintió emocionada al descubrir que estaba cerca de la superficie. Con más determinación que nunca, la semilla empujó con todas sus fuerzas y finalmente emergió a la superficie. Allí, se encontró con un hermoso jardín lleno de otras flores radiantes.

La semilla se dio cuenta de que, a pesar del miedo y la oscuridad, había logrado crecer y convertirse en una hermosa flor. Se dio cuenta de que la oscuridad no duraría para siempre y que siempre habría luz al final del túnel.

La semilla valiente se convirtió en un símbolo de valentía y esperanza para todas las demás semillas que temían la oscuridad.