La serpiente invisible y su verdadera belleza
Había una vez, en un hermoso lago rodeado de altas montañas, una serpiente muy especial. Esta serpiente tenía la peculiaridad de tener un color invisible, lo que hacía que pasara desapercibida ante los ojos de todos.
La serpiente invisible vivía felizmente en el lago, nadando y jugando entre las aguas cristalinas. Aunque era diferente a las demás serpientes, no le importaba porque sabía que su verdadera belleza estaba en su interior.
Un día soleado, mientras la serpiente invisible exploraba el lago, se encontró con una rana muy curiosa llamada Renata. La rana saltó emocionada al verla y exclamó: "¡Wow! ¡Eres la serpiente más hermosa que he visto!".
La serpiente invisible se sorprendió por el comentario de Renata y respondió: "¿En verdad piensas eso? Pero si soy invisible". Renata sonrió y le dijo: "No necesitas tener colores brillantes para ser hermosa. Tu espíritu amable y tu forma de moverte con gracia te hacen única".
La serpiente invisible se sintió reconfortada por las palabras de Renata y juntas comenzaron a explorar el lago. Mientras nadaban entre las algas verdes y los nenúfares coloridos, conocieron a muchos animales diferentes.
Se hicieron amigos del pez dorado Federico, quien les enseñó sobre la importancia del trabajo en equipo; del pato Pablo, quien les habló sobre la valentía; y del caracol Carlitos, quien les mostró cómo disfrutar cada paso del camino. Pero un día, algo inesperado sucedió.
Un grupo de cazadores llegó al lago y comenzaron a buscar animales exóticos para venderlos. La serpiente invisible y sus amigos se escondieron entre las rocas, pero sabían que debían hacer algo para protegerse.
Renata tuvo una idea brillante y les dijo a todos: "¡Vamos a trabajar juntos! La serpiente invisible puede usar su habilidad para confundir a los cazadores, mientras nosotros nos encargamos de distraerlos".
Así fue como la serpiente invisible nadó rápidamente entre los cazadores, cambiando de dirección constantemente y haciéndose pasar por diferentes objetos del lago. Los cazadores estaban tan confundidos que no podían verla. Mientras tanto, Renata saltaba cerca de ellos, haciendo ruidos fuertes con sus saltos.
Federico nadaba en círculos alrededor de ellos, levantando olas grandes. Pablo graznaba tan fuerte que parecía un avión volando bajo. Y Carlitos dejaba un rastro brillante con su baba resbaladiza.
Los cazadores se asustaron tanto con todo el alboroto que decidieron irse del lago sin capturar ningún animal. Todos celebraron su victoria y se dieron cuenta de lo importante que era aceptarse a sí mismos tal como eran.
A partir de ese momento, la serpiente invisible comprendió que no importa cómo luzcas por fuera, sino lo valioso que eres en tu interior. Desde entonces, la serpiente invisible siguió viviendo en el lago junto a sus amigos Renata, Federico, Pablo y Carlitos.
Juntos aprendieron muchas lecciones valiosas y enseñaron a otros animales la importancia de la amistad, el trabajo en equipo y la aceptación. Y así, cada vez que alguien visitaba el lago, se maravillaba al ver a la serpiente invisible y aprendía que no hay nada más hermoso que ser uno mismo.
FIN.