La siesta no lo es todo


Había una vez un niño llamado Pili que siempre estaba cansado y le encantaba dormir la siesta.

No importaba si era en el sofá, en la cama o incluso en el piso, él siempre encontraba un lugar cómodo para descansar. Un día, mientras Pili dormía plácidamente su siesta, sus amigos lo invitaron a jugar al parque. Pero cuando llegaron allí, Pili se sentía demasiado cansado para jugar.

Se acostó debajo de un árbol y se durmió de nuevo. "¿Qué le pasa a Pili?", preguntó uno de los amigos preocupados. "Siempre está cansado", respondió otro amigo con tristeza. Los amigos de Pili decidieron hacer algo para ayudarlo.

Al día siguiente, planearon una actividad especial para mantenerlo despierto durante todo el día. Fueron al zoológico y vieron todos los animales exóticos juntos. Pero después del almuerzo, Pili comenzó a bostezar nuevamente y dijo:"Chicos, estoy muy cansado...

¿Podemos irnos ya?"Sus amigos no querían que Pili volviera a dormirse otra vez así que pensaron rápidamente en otra idea: llevarlo al parque de diversiones más grande de la ciudad. Allí subieron a las montañas rusas emocionantes y comieron algodón dulce hasta sentirse enfermos.

Pero aún así, después de unas pocas horas jugando bajo el sol caliente del mediodía, Pili comenzó a sentirse somnoliento nuevamente.

Fue entonces cuando uno de sus amigos tuvo una idea brillante:"¡Vamos a jugar al escondite!"Todos los amigos de Pili comenzaron a correr y esconderse por todo el parque. Pili se unió al juego con entusiasmo, pero después de unos minutos, comenzó a sentirse cansado una vez más.

"Chicos, creo que necesito una siesta", dijo Pili mientras se sentaba en el suelo. Sus amigos lo miraron preocupados.

¿Cómo podrían ayudarlo? Fue entonces cuando uno de ellos tuvo otra idea:"¡Vamos a hacer un picnic juntos!"Así que todos se reunieron en una manta grande debajo del árbol más cercano y compartieron sándwiches y jugo. Hablaron sobre sus planes para las vacaciones de verano y rieron juntos.

Después del picnic, Pili estaba tan lleno de energía que decidió organizar un partido de fútbol con sus amigos. Corrieron por todo el campo hasta que cayó la noche. Finalmente, cuando llegó la hora de irse a casa, Pili se despidió emocionado y prometió no dormir durante toda la noche.

Sus amigos sonrieron felices al verlo tan animado. Desde ese día en adelante, Pili aprendió que había muchas cosas divertidas para hacer durante el día sin tener que dormir tanto tiempo.

Aprendió que jugar con sus amigos era mucho más emocionante que dormir toda la tarde. Y aunque todavía le encantaba tomar siestas cortas para recargar energías, nunca volvió a quedarse dormido todo el día otra vez.

Y así fue como Pili aprendió a disfrutar cada momento del día sin tener sueño todo el tiempo.

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