La solución en conjunto


Roque La Salle Flores era el encargado de la sala de informática en la escuela primaria "Los Pioneros". Siempre se aseguraba de que todo estuviera en orden y funcionando correctamente para que los alumnos pudieran aprender sin problemas.

Un día, mientras los alumnos trabajaban en sus computadoras, Roque notó algo extraño. Una de las computadoras no estaba funcionando adecuadamente y algunos niños parecían tener dificultades para realizar sus tareas.

Se acercó a ellos y les preguntó si necesitaban ayuda. "¿Necesitan ayuda con algo?"- preguntó Roque amablemente. "Sí, señor" - respondió uno de los niños. "Esta computadora no está funcionando bien y no podemos terminar nuestras tareas".

Roque examinó la computadora y descubrió que tenía un problema técnico. Sabía que debía arreglarlo lo antes posible para que los alumnos pudieran continuar con sus trabajos. "No se preocupen chicos, voy a solucionar este problema"- dijo Roque con una sonrisa tranquilizadora.

Pero cuando intentó arreglar la computadora, se dio cuenta de que era un problema más complicado de lo que pensaba. Intentó todo lo posible pero nada parecía funcionar. "Esto es difícil" - murmuró Roque frustrado mientras miraba fijamente la pantalla negra.

A pesar del desafío, Roque no se rindió. Sabía cuánto significaba el aprendizaje para esos niños y cómo podía marcar una diferencia en su futuro. Así que decidió buscar ayuda fuera del aula.

Se dirigió al departamento de informática de la escuela donde encontró a su amigo y colega, el Sr. González. "¡Hola Roque! ¿Qué te trae por aquí?"- preguntó el Sr. González con una sonrisa.

"Tengo un problema con una de las computadoras en la sala de informática y no sé cómo solucionarlo" - respondió Roque. El Sr. González se ofreció a ayudar y juntos regresaron a la sala de informática para trabajar en la computadora dañada. Trabajaron juntos durante horas hasta que finalmente lograron arreglarla.

Los niños estaban felices de poder continuar con sus tareas y Roque estaba contento de haber podido ayudarlos.

Después del gran esfuerzo, Roque se dio cuenta de algo importante: nunca hay que rendirse ante los desafíos porque siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos si lo pedimos. Y así, todos podemos lograr grandes cosas si trabajamos juntos como equipo.

Desde ese día en adelante, los alumnos comenzaron a llamarlo "Roque El Solucionador" y cada vez que tenían problemas en la sala de informática sabían que podían contar con él para encontrar una solución. La historia inspiradora demostró cómo un pequeño acto puede marcar la diferencia e impulsar cambios positivos en otros aspectos de nuestra vida cotidiana.

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