La sonrisa de Jhon Mascarieles

Jhon Mascarieles era un niño muy amable y divertido, a quien le encantaba jugar con sus amigos. Sin embargo, desde pequeño había tenido problemas con sus dientes, los cuales eran torcidos y de un color amarillento.

Esto lo llevó a enfrentar burlas y risas de sus compañeros en la escuela. Al principio, Jhon intentaba ignorar las risas, pero cada vez le resultaba más difícil.

Un día, su amigo Felipe, preocupado por la tristeza de Jhon, lo llevó a la consulta del Dr. Rivas, un dentista muy amable y experto. "Doctor, necesitamos ayuda. Jhon está triste por las burlas que recibe por sus dientes feos," dijo Felipe con preocupación. El Dr.

Rivas, con una sonrisa reconfortante, examinó los dientes de Jhon y le explicó que podía ayudarlo a tener una sonrisa hermosa. A pesar del miedo de Jhon, el dentista lo tranquilizó y le aseguró que todo estaría bien.

"Jhon, entiendo que puedas sentir miedo, pero te prometo que al final tendrás la sonrisa que siempre has deseado," dijo el Dr. Rivas. Con valentía, Jhon decidió seguir adelante con el tratamiento. A pesar del dolor que sintió durante el proceso, Jhon nunca se rindió.

Finalmente, el día de la cita para retirar los aparatos llegó, y Jhon estaba ansioso por ver el resultado final. Al verse en el espejo, su rostro se iluminó con una sonrisa radiante. Sus dientes, ahora perfectamente alineados y de un color brillante, relucían.

Lleno de felicidad, Jhon corrió a mostrarle su nueva sonrisa a sus amigos. Cuándo lo vieron, todos se quedaron asombrados. Las risas y burlas se convirtieron en elogios y admiración. Jhon les explicó cómo el Dr.

Rivas lo había ayudado a transformar su sonrisa. Esta experiencia no solo trajo alegría a Jhon, sino que también enseñó a sus amigos sobre la importancia de la amabilidad y el respeto hacia los demás, independientemente de su apariencia.

Desde aquel día, Jhon Mascarieles pasó a ser reconocido no solo por su simpatía, sino también por su hermosa sonrisa, la cual iluminaba a todos a su alrededor.