La sonrisa mágica de Benjamin



Había una vez un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, donde vivían muchos niños felices. En este lugar mágico, había un niño llamado Benjamin que era muy especial.

Aunque siempre estaba rodeado de amigos y familiares cariñosos, nunca había podido hablar ni sonreír. Benjamin era un niño silencioso y tímido. Pasaba sus días observando a los demás jugar y reír, deseando poder ser parte de todo eso.

Pero por alguna razón desconocida, su voz se negaba a salir y su rostro permanecía inexpresivo. Un día soleado, mientras Benjamin caminaba por el parque del pueblo, encontró una mariposa colorida revoloteando en el aire.

La mariposa parecía tan feliz y libre que hizo que el corazón de Benjamin se llenara de alegría. Se acercó lentamente y extendió su mano para tocarla. "Mira qué hermosa eres", dijo Benjamin con asombro. Para su sorpresa, la mariposa respondió: "Gracias, pequeño amigo".

Benjamin quedó atónito al escuchar una voz provenir de la mariposa. Nunca antes había escuchado algo así. "¿Puedes hablar?" preguntó Benjamin emocionado. "Sí", respondió la mariposa con una risita suave. "Y puedo enseñarte cómo sonreír también". Benjamin no podía creer lo que estaba pasando.

Siguió a la mariposa mientras esta volaba por el parque hasta llegar a un árbol antiguo y sabio. "Allí arriba vive Don Sonrisas", dijo la mariposa señalando hacia el árbol.

"Es un sabio anciano que conoce el secreto de la sonrisa". Lleno de curiosidad, Benjamin subió al árbol y encontró a Don Sonrisas sentado en una rama. "¿Puedes ayudarme a sonreír?" preguntó Benjamin tímidamente.

Don Sonrisas asintió y comenzó a contarle una historia sobre un niño llamado Lucas, quien también había perdido su sonrisa. A medida que escuchaba la historia, Benjamin se dio cuenta de que Lucas había atravesado muchas dificultades, pero nunca dejó que eso le quitara su alegría interior.

"Mira dentro de ti mismo", dijo Don Sonrisas. "Tu verdadera sonrisa está allí esperando ser descubierta". Benjamin cerró los ojos e hizo lo que le indicaron.

Se concentró en todas las cosas hermosas y felices que lo rodeaban: los colores del arco iris, el canto de los pájaros y la risa contagiosa de sus amigos jugando en el parque. De repente, algo mágico ocurrió. Un brillo apareció en los ojos de Benjamin y una tímida sonrisa se formó en su rostro.

"¡Lo logré!" exclamó emocionado. La mariposa revoloteaba felizmente alrededor de él mientras aplaudía con sus alas delicadas. Desde ese día, Benjamin hablaba sin parar y siempre tenía una sonrisa radiante en su rostro.

Compartió su nueva habilidad con todos los niños del pueblo, enseñándoles a encontrar la felicidad dentro de ellos mismos. La noticia se extendió por todo Villa Alegre y pronto, Benjamin se convirtió en un héroe para todos los niños.

Su historia inspiró a muchos a superar sus propias dificultades y encontrar la alegría en las cosas pequeñas de la vida.

Y así, el pueblo de Villa Alegre se llenó de sonrisas y risas gracias a Benjamin, quien descubrió que la verdadera felicidad está dentro de cada uno de nosotros. Y desde entonces, nunca dejó que su voz callara ni su rostro se apagase, porque sabía que tenía el poder de hacer del mundo un lugar más alegre.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!