La sonrisa mágica de Dianita



Había una vez una niña llamada Dianita, que tenía un problema peculiar: no le gustaba lavarse los dientes. A diferencia de otros niños, a ella le parecía aburrido y tedioso tener que cepillarse todos los días.

Un día, Dianita fue al dentista para su revisión anual. El dentista era el Dr. Muelito, un hombre amable y simpático que siempre trataba de hacer divertida la visita al consultorio dental. Al ver los dientes de Dianita, el Dr.

Muelito se sorprendió y le dijo:- ¡Dianita! Tus dientes están muy sucios y descuidados. ¿No te has estado cepillando? Dianita bajó la mirada avergonzada y respondió tímidamente:- No me gusta lavarme los dientes, doctor. El Dr.

Muelito entendió que debía encontrar una manera especial de enseñarle a Dianita la importancia del cuidado bucal. Así que decidió contarle una historia mágica.

- Sabes, Dianita -comenzó el dentista-, hay una leyenda sobre un reino encantado donde todos los habitantes tienen sonrisas brillantes y hermosas porque se cepillan los dientes todos los días. Los ojos de Dianita se iluminaron con curiosidad mientras escuchaba atentamente. - En ese reino mágico vive el Hada Sonrisitas -continuó el Dr. Muelito-.

Ella es la encargada de proteger las sonrisas de todas las personas del reino. Dianita imaginaba en su mente a un hada pequeñita con alas brillantes y vestida con colores vivos.

- Pero el Hada Sonrisitas solo puede hacer su magia si las personas se cepillan los dientes correctamente -explicó el dentista-. Si no lo hacen, las sonrisas se vuelven opacas y tristes. Dianita comenzó a entender la importancia de lavarse los dientes. El Dr.

Muelito le enseñó cómo hacerlo adecuadamente y le dio un cepillo de dientes con un diseño especial, con colores brillantes y una forma divertida. Desde ese día, Dianita empezó a lavarse los dientes todos los días sin falta.

A medida que pasaba el tiempo, notaba como sus dientes se volvían más blancos y fuertes. Además, tenía menos visitas al dentista porque ya no tenía problemas bucales.

Un día, mientras se cepillaba los dientes antes de irse a dormir, Dianita vio algo mágico en el espejo del baño: ¡el Hada Sonrisitas estaba allí! - ¡Hola Dianita! -dijo el hada con una voz dulce-. Estoy muy orgullosa de ti por cuidar tus dientes tan bien.

Gracias a ti, todas las sonrisas en tu reino también están más saludables. Dianita sonrió ampliamente mientras miraba al Hada Sonrisitas en el espejo. - Gracias por enseñarme la importancia de lavarme los dientes, Hada Sonrisitas -respondió emocionada-.

Prometo seguir haciéndolo todos los días para mantener mi sonrisa hermosa y ayudar a otros a tenerla también. El hada asintió felizmente y desapareció en un destello de luz dorada.

Desde ese día, Dianita se convirtió en una embajadora del cepillado dental y ayudó a otros niños a entender la importancia de cuidar sus dientes. Y así, con su ejemplo y el del Hada Sonrisitas, Dianita logró superar su aversión inicial al cepillado dental y disfrutó de una sonrisa hermosa y saludable para siempre.

FIN.

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