La Sorprendente Elección de Sofía



En un pequeño pueblo llamado Aventura, había un famoso programa de juegos que todos los niños esperaban con ansias. Era un concurso llamado "Las Puertas Mágicas", donde los participantes podían ganar premios increíbles. La estrella del show era un simpático presentador llamado Don Ramón, quien siempre llevaba un sombrero colorido y una gran sonrisa.

Un día, la pequeña Sofía, que vivía en una casa con su perro Max, decidió que quería participar. Había soñado con ganar una bicicleta nueva y, por eso, se inscribió emocionada.

"¡Hola, Sofía! ¿Estás lista para jugar?" - le preguntó Don Ramón durante la presentación del programa.

"¡Sííí! Estoy súper lista. ¡Quiero mi bicicleta!" - respondía Sofía, saliendo de su timidez.

El concurso consistía en elegir entre tres puertas: detrás de una había una bicicleta brillante, detrás de otra, una canasta con frutas, y detrás de la última, un misterioso regalo. Sofía sabía que había que elegir bien.

"Muy bien, Sofía. ¿Qué puerta eliges: la 1, la 2 o la 3?" - aclamó Don Ramón, mientras la multitud aplaudía.

"Elijo la puerta número 1" - dijo Sofía, con determinación.

Don Ramón, con su voz melodiosa, sonrió y le dijo:

"¡Excelente elección! Pero ahora, te voy a mostrar lo que hay detrás de una de las otras puertas. Voy a abrir la puerta 3... ¡Miren todos, es sólo la canasta de frutas!"

La multitud aplaudió mientras Sofía contemplaba lo que sucedía. Ahora, había una decisión importante que tomar: quedarse con la puerta 1 o cambiar a la puerta 2. Sofía se sentía confundida.

"Don Ramón, ¿qué debo hacer?" - preguntó, mirando a su alrededor.

"Recuerda, Sofía, a veces las cosas no son lo que parecen. Tienes una oportunidad de cambiar. Si cambias, ¡podrías tener más posibilidades de ganar la bicicleta!" - le explicó Don Ramón, mientras hacía gestos animados.

Sofía pensó por un momento. Recordaba lo que le había enseñado su abuelo sobre tomar decisiones. Su abuelo siempre decía que a veces era más seguro cambiar de opinión y evaluar las opciones nuevamente.

Así que con valentía, tomó una decisión.

"Cambié mi elección. Quiero la puerta número 2" - declaró Sofía con confianza.

Don Ramón sonrió y contó hasta tres con la multitud:

"¡Uno... dos... tres!"

"¡Vamos a ver qué hay detrás de la puerta número 2!" - exclamó. Abrió la puerta lentamente, y para su sorpresa, ¡la bicicleta brillante estaba ahí! La multitud estalló en aplausos y gritos de alegría.

Sofía no podía creerlo.

"¡Lo logré! ¡Gané la bicicleta!" - gritó de felicidad, mientras Max, su perro, daba saltos de alegría también.

Don Ramón se acercó a ella.

"Sofía, has tomado una decisión muy inteligente. A veces, la clave está en cambiar nuestra elección cuando tenemos más información. Ese es el verdadero juego de la vida. ¡Felicidades!"

Desde ese día, Sofía no sólo disfrutó de su bicicleta nueva, sino que aprendió que la vida está llena de decisiones y que está bien reconsiderar y elegir de nuevo. La historia de Sofía se volvió un ejemplo en su pueblo sobre cómo arriesgarse, aprender y crecer a partir de nuestras elecciones.

Y así, mes a mes, la pequeña Sofía siempre recordaba aquel día en la televisión y compartía su aprendizaje con sus amigos:

"No tengan miedo de cambiar de elección. A veces, eso puede llevarnos a grandes sorpresas."

FIN.

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