La sorpresa de Gael


Gael era un niño muy especial. Siempre estaba sonriendo y lleno de energía. Hoy era un día aún más especial, porque era su cumpleaños. Desde temprano, Gael se levantó con una enorme sonrisa en su rostro.

-¡Hoy es mi cumpleaños! ¡Estoy muy feliz! -gritó Gael mientras corría por toda la casa despertando a su familia. Su mamá, su papá y su hermana pequeña lo miraban con alegría. -¡Feliz cumpleaños, Gaelito! -dijo su mamá dándole un fuerte abrazo.

-¡Felicidades, hermanito! -exclamó su hermana con entusiasmo. Sin embargo, su papá tenía una sorpresa especial planeada para él. -Gael, cierra los ojos y cuenta hasta diez -le pidió su papá con una enorme sonrisa.

Gael cerró los ojos y comenzó a contar mientras su papá y su hermana pequeña preparaban la sorpresa en la sala.

Cuando Gael llegó a diez, abrió los ojos y vio un gran cartel que decía: '¡Feliz cumpleaños, Gael!' y detrás de él, una mesa llena de regalos, globos y una deliciosa torta. -¡Wow, papá, es increíble! ¡Muchas gracias! -exclamó Gael con los ojos brillando de emoción. Nunca olvidaría ese cumpleaños tan especial, donde recibió tanto amor y sorpresas.

Desde ese día, Gael aprendió la importancia de la alegría y la gratitud, y prometió compartir siempre su felicidad con los demás.

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