La sorpresa de la lluvia



Había una vez en un pueblito llamado Villa Lluvina, donde casi nunca llovía. Los habitantes del pueblo, sobre todo los niños, nunca habían experimentado la maravillosa sensación de la lluvia caer del cielo.

Todo el mundo estaba acostumbrado a un clima seco y soleado. Un día, Rosita, una niña curiosa e inquieta, decidió investigar por qué nunca llovía en su pueblo. Se dirigió hacia el bosque misterioso que rodeaba Villa Lluvina.

Después de una larga caminata, llegó a una cascada escondida en lo profundo del bosque. Allí descubrió a Panchito, el guardián de las nubes.

Panchito le explicó a Rosita que las nubes estaban tristes porque habían perdido sus colores y, por eso, se negaban a liberar la lluvia sobre el pueblo. Rosita, llena de determinación, decidió ayudar a Panchito a devolverles los colores a las nubes. Juntos, recorrieron el bosque en busca de flores de todos los colores.

Armados con su valentía y creatividad, pintaron las nubes con los colores más vibrantes que encontraron. Las nubes, al recuperar sus colores, sintieron tanto agradecimiento que comenzaron a bailar en el cielo. Pronto, la lluvia empezó a caer sobre Villa Lluvina, sorprendiendo a todos los habitantes.

Los niños salieron a jugar bajo la lluvia, riendo y saltando en los charcos. Desde entonces, Villa Lluvina disfrutó de la lluvia con alegría y gratitud, sabiendo que siempre hay una forma de traer la lluvia a sus vidas cuando más la necesiten.

FIN.

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