La sorpresa del jardín
Había una vez un pequeño niño llamado Pedro que vivía en una casa con un hermoso jardín.
Todos los días, su mamá lo llevaba afuera para jugar y disfrutar del sol, pero un día Pedro decidió que no quería salir al jardín. La mamá de Pedro se preocupó mucho al ver que su hijo no quería salir a jugar como siempre lo hacía.
Ella intentó animarlo diciéndole: "Vamos, mi amor, el jardín está muy bonito hoy, podemos jugar a la pelota o hacer castillos de arena". Pero Pedro respondió con tristeza: "No quiero ir al jardín, mamá. Me siento aburrido allí". Su mamá entendió que algo le estaba pasando a su hijo y decidió investigar.
Un día mientras Pedro dormía la siesta, su mamá fue a hablar con el jardinero de la casa vecina quien era muy sabio y conocido por sus consejos útiles.
El jardinero le dijo: "Pedro solo necesita encontrar algo nuevo e interesante en el jardín para motivarse otra vez". Entonces, la madre de Pedro tuvo una idea brillante. Decidió preparar una sorpresa para él y cuando despertó de la siesta lo llevó afuera sin decirle nada.
Al llegar al jardín, Pedro notó algo diferente. Había nuevos juguetes esparcidos por todo el lugar como un set de herramientas para niños o un balde lleno de pinturas. Además había plantado nuevas flores coloridas que nunca antes había visto.
Pedro se acercó emocionado hacia los juguetes y empezó a explorarlos uno por uno mientras su mamá lo miraba con una sonrisa. "¡Mamá, mira esto!", dijo Pedro mostrando su nuevo set de herramientas.
A partir de ese día, Pedro volvió a disfrutar del jardín y su mamá se aseguró de renovar los juguetes y añadir nuevas actividades para mantenerlo interesado.
Aprendió que a veces solo necesitamos un pequeño cambio para encontrar la felicidad en cosas que antes nos parecían aburridas. Y así termina nuestra historia, con un niño feliz en su jardín gracias a la creatividad y el amor de su madre.
FIN.