La sorpresa del mago



Había una vez dos hermanas mellizas llamadas Lucia y Agustina, quienes estaban muy emocionadas porque se acercaba su cumpleaños número seis.

Desde hacía semanas venían planeando cómo sería su fiesta de cumpleaños: querían tener globos de colores, una gran torta con velitas y muchos juegos para jugar con sus amigos. Finalmente llegó el día del cumpleaños y las niñas estaban radiantes de felicidad.

Sus padres habían preparado todo como ellas lo habían pedido: había un gran arcoíris de globos en la entrada, una enorme torta llena de chispas y hasta un inflable gigante en el jardín. "¡Feliz cumpleaños, chicas!", gritaron los invitados al llegar a la fiesta. Lucia y Agustina no podían estar más contentas.

La música comenzó a sonar y todos los niños empezaron a bailar alrededor del pastel. Pero justo cuando iban a soplar las velitas, algo extraño ocurrió: todas las luces se apagaron repentinamente.

Los niños comenzaron a asustarse y algunos incluso comenzaron a llorar. "¿Qué está pasando?", preguntó Lucia con voz temblorosa. "No lo sé", respondió su mamá tratando de tranquilizarlos "Debe haber sido algún problema eléctrico".

De repente, apareció una figura misteriosa vestida de negro que les hizo señas para que lo siguieran hacia el jardín trasero.

Con mucho miedo pero también curiosidad, los niños le hicieron caso e inmediatamente se encontraron frente a un espectáculo increíble: había una enorme pantalla con un videojuego gigante proyectado en ella. "¡Wow! ¡Esto es increíble!", exclamó Agustina emocionada. "Pero, ¿quién eres?", preguntó Lucia al misterioso personaje.

"Soy el mago del cumpleaños", respondió el hombre misterioso "Y les he traído este juego especial para que se diviertan aún más". Los niños se pusieron a jugar y rápidamente olvidaron su miedo. Todos estaban riendo y disfrutando de la fiesta como nunca antes lo habían hecho.

Cuando finalmente llegó la hora de partir, los invitados se despidieron entre abrazos y sonrisas. Lucia y Agustina quedaron muy agradecidas por la sorpresa que les había preparado el mago del cumpleaños.

Se dieron cuenta de que no todo saldría siempre como ellas lo habían planeado, pero que si mantenían una mente abierta y un espíritu aventurero, podían tener experiencias maravillosas e inolvidables.

FIN.

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