La tarde de juegos en la plazita



En un hermoso barrio de Buenos Aires, había una plazita donde los niños solían reunirse para jugar y divertirse. Una tarde, Lorena, una niña muy curiosa y alegre, decidió ir a la plazita para pasar un rato con sus amigos. Al llegar, se encontró con un grupo de niños jugando a la rayuela.

- ¡Hola, Lorena! ¿Quieres unirte a nosotros? - le preguntó Valentina, una amiga de la escuela.

- ¡Por supuesto! - respondió Lorena emocionada.

Jugaron a la rayuela durante un rato, hasta que decidieron explorar otros juegos en la plazita. De repente, descubrieron un juego de escondidas que les pareció muy divertido. Se dividieron en dos equipos y comenzaron a correr y esconderse por toda la plazita. Lorena se escondió detrás de unos arbustos y esperó a que su amiga la encontrara. Cuando Valentina se acercó, Lorena salió corriendo y logró llegar a la base antes de que la atrapara. Todos se rieron y continuaron jugando hasta que el sol comenzó a ponerse en el horizonte.

- Chicos, ya es tarde. Es hora de regresar a casa - anunció Lorena, quien se dio cuenta de que la tardecita se convertiría en noche muy pronto. Todos estuvieron de acuerdo y se despidieron con promesas de volver a jugar juntos pronto.

Lorena caminó de regreso a su hogar con una sonrisa en el rostro. Había pasado una tarde maravillosa en la plazita, disfrutando de la compañía de sus amigos y divirtiéndose con juegos al aire libre. Se sentía feliz de haber compartido esos momentos tan especiales con sus amigos y esperaba con ansias el próximo encuentro en la plazita para seguir jugando y creando hermosos recuerdos juntos.

FIN.

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