La tarea, el perro y el cuidado del mundo



Había una vez dos señoras, Doña Carmen y Doña Marta, que se encontraban todas las tardes en el parque para charlar sobre sus vidas.

Un día, mientras platicaban y tomaban mate, un nene se acercó a ellas con una gran inquietud. - Hola, señoras. ¿Podrían ayudarme? Tengo una tarea para la escuela y no entiendo bien lo que debo hacer - preguntó el niño tímidamente. - Claro que sí, mi amor.

Cuéntanos qué necesitas saber - contestó Doña Carmen sonriente. El pequeño explicó que tenía que hacer un trabajo sobre los animales de su país y sus hábitats naturales, pero no sabía cómo empezar ni qué información buscar.

Doña Marta tomó la palabra: "Lo primero que debes saber es qué tipo de animales hay en tu país. Por ejemplo, en Argentina tenemos guanacos, llamas y vicuñas en la Patagonia". El niño asintió con curiosidad mientras sacaba su libreta y comenzaba a tomar notas.

Doña Carmen agregó: "Es importante también conocer dónde viven estos animales. Algunos prefieren vivir en zonas montañosas o boscosas mientras que otros habitan en regiones más áridas o desérticas".

El nene seguía escribiendo sin parar e hizo otra pregunta: "¿Y cómo puedo saber si algún animal está en peligro de extinción?"Las señoras le explicaron que existen organizaciones encargadas de proteger a los animales en peligro como el Yaguareté (Jaguar) o el Hurón grande (Lobo gargantilla).

También le dijeron que es importante cuidar el medio ambiente para evitar la destrucción del hábitat natural de los animales. El niño agradeció a las señoras por su ayuda y se despidió con una sonrisa en su rostro.

Mientras se alejaba, Doña Marta y Doña Carmen conversaron sobre lo valioso que es compartir conocimientos y ayudar a los más jóvenes. De pronto, un perro callejero apareció corriendo detrás de una pelota.

El animalito pasó tan cerca de ellas que casi les tumbó el mate. Las señoras se miraron entre sí y decidieron hacer algo al respecto. - ¡Vamos a buscarle agua fresca y comida! - exclamó Doña Carmen emocionada.

Juntas caminaron hacia la tienda del parque, compraron un poco de carne y croquetas para el perro, llenaron un recipiente con agua limpia y regresaron al lugar donde habían estado sentadas antes. El perrito estaba allí mismo, recostado bajo un árbol después de haber corrido tanto.

Cuando vio las croquetas acercándose hacia él movió la cola contento mientras comía todo lo que le ofrecían. Doña Marta hizo cariño al animalito: "Mira qué lindo está este perrito. No podemos dejarlo aquí solo en la calle".

Doña Carmen pensó en voz alta: "Tal vez podríamos llevarlo a alguna organización protectora o adoptarlo nosotras mismas". Así fue como las dos señoras resolvieron juntas otro problema, demostrando que siempre hay algo bueno que hacer por los demás.

La enseñanza educativa quedó clara para el niño y para todos los que presenciaron la escena: compartir conocimientos y ayudar a los demás no solo es importante, sino también gratificante. Además, debemos cuidar del medio ambiente y de los animales que habitan en él.

Y por último, siempre hay algo bueno que podemos hacer por los demás, aunque sea algo tan pequeño como darle agua y comida a un perro callejero.

FIN.

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