La ternurita que buscaba a su mamá en la granja




Había una vez una ternurita muy pequeñita llamada Tita, que se había perdido de su mamá en una granja. Tita era una ovejita muy curiosa y traviesa, siempre le gustaba explorar nuevos lugares.

Un día, mientras jugaba con sus amigos en la granja, Tita se separó del grupo y no supo cómo regresar con su mamá. Temerosa y preocupada, comenzó a llamar a su mamá por toda la granja, pero no lograba encontrarla. "Mamá, ¿dónde estás?", balaba Tita con tristeza.

Los animalitos de la granja se acercaron a consolar a Tita. El gallo le dijo: "Tranquila, Tita, vamos a ayudarte a buscar a tu mamá". El cerdito le dijo: "Sí, juntos somos más fuertes, encontraremos a tu mamá".

Animada por sus amigos, Tita decidió emprender un viaje por toda la granja en su búsqueda. Caminó entre los árboles, inspeccionó el estanque de los patos, y hasta se asomó por el granero, pero su mamá no estaba en ningún lugar.

Desanimada, Tita regresó al corral, pero allí se llevó una gran sorpresa. Frente a ella, estaba su mamá, quien la había estado buscando por toda la granja. "¡Mamá, mamá! ¡Te encontré!", exclamó Tita emocionada.

Su mamá, aliviada y feliz, la abrazó fuertemente. "¡Dónde estabas, pequeña traviesa! Estaba muy preocupada por ti", dijo la mamá. Tita le contó lo sucedido, y su mamá le explicó lo peligroso que es alejarse sin avisar.

Desde ese día, Tita prometió siempre estar cerca de su mamá y no alejarse sin su permiso.

Así, con el cariño de su mamá y la ayuda de sus amigos, Tita aprendió una valiosa lección y volvió a ser la ternurita feliz y curiosa que todos conocían en la granja.

FIN.

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