La Tía e Bonita y el Corazón de Colores
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Arcoíris, una encantadora tía conocida como la Tía e Bonita. A todos los niños del pueblo les fascinaba visitarla, porque siempre traía historias mágicas y sorprendentes. Pero lo que más llamaba la atención de todos era su gran corazón de colores, que llevaba colgado del cuello como un collar. El corazón brillaba con tonos vibrantes de rojo, azul, verde y amarillo, y todos decían que era especial porque contenía un poder mágico.
Un día, mientras los niños jugaban en el parque, la Tía e Bonita llegó con una gran sonrisa en su rostro.
"¡Hola, mis pequeños amigos! ¿Están listos para una aventura?"
"¡Sí! ¡Cuéntanos más!" exclamó Sofía, la más entusiasta del grupo.
La Tía e Bonita les explicó que el corazón no solo era un accesorio bonito, sino que tenía la capacidad de iluminar corazones tristes y hacer brillar sonrisas.
"Cada vez que alguien está triste, yo toco este corazón y lo lleno de amor y alegría", dijo ella, mientras lo acariciaba.
Intrigados, los niños decidieron que querían probar el poder del corazón. Pero en ese momento, escucharon a un niño llorando en una esquina del parque. Era Nico, un nuevo vecino que había llegado recientemente al pueblo y aún no había hecho amigos.
"¿Por qué lloras, Nico?" preguntó Lucas.
"No tengo con quién jugar... nadie me conoce" respondió él desconsolado.
La Tía e Bonita se acercó a Nico y le sonrió.
"¿Te gustaría conocer a algunos nuevos amigos?" le preguntó cariñosamente. Nico asintió, secándose las lágrimas.
"Voy a usar mi corazón para iluminar tu día, amigo. Solo debes desearlo con todo tu corazón." Dijo la Tía e Bonita mientras sostenía el corazón de colores.
A todos les pareció un poco extraño, pero se agruparon alrededor de Nico.
La Tía e Bonita tocó su corazón mágico y una fuerte luz de colores comenzó a brillar. Josías, que unía su voz para cantar, comenzó a entonar una canción alegre, y todos los demás se unieron.
"¡Vamos, Nico! Canta con nosotros!" lo animó Sofía.
¡Y para sorpresa de todos, Nico comenzó a cantar! Su voz era dulce, suave, y con cada nota se sentía más alegre. La magia del corazón de colores estaba funcionando.
No pasó mucho tiempo antes de que lo que comenzó como lágrimas se transformara en risas y juegos. De repente, todos estaban bailando, riendo y disfrutando.
"Puedo quedarme aquí y jugar con ustedes todos los días, ¡esto es increíble!" dijo Nico emocionado.
Pero donde hay luz, también puede haber sombra. Durante la fiesta, un nubarrón oscuro apareció sobre el parque. A medida que se acercaba, los niños sintieron una brisa fría.
"¿Qué es eso?" preguntó Lucas, alarmado.
"Es el Nublado Triste, que se alimenta de la tristeza de los demás" explicó la Tía e Bonita con seriedad.
"Si no hacemos algo, podría apagar la luz de mi corazón."
Los niños miraron al Nublado Triste, que comenzaba a acercarse a ellos, con su forma oscura y melancólica. Pero en vez de asustarse, los niños decidieron enfrentarlo.
"No te dejaremos llevar la alegría de nuestro parque!" gritó Sofía.
Con valor, comenzaron a cantar nuevamente, pero esta vez con más fuerza, combinando sus chicas y risas. La Tía e Bonita tocó su corazón de colores para que brillara aún más fuerte, iluminando el parque y guiando a los demás a unirse.
"¡Juntos somos más fuertes!" exclamó Lucas mientras todos se unían y hacían una gran ronda.
El Nublado Triste titubeó; nunca había visto tanta alegría. Con cada nota, cada risa, el nublado comenzó a encogerse, hasta que finalmente se desvaneció en gotas de lluvia alegre.
"¡Lo hicimos!" gritó Nico lleno de felicidad.
"Sí, nuestro amor y amistad son más poderosos que cualquier nube triste." afirmó la Tía e Bonita.
Desde aquel día, Nico se convirtió en el mejor amigo de todos. Aprendió que el amor y la alegría son contagiosos, y que siempre se puede encontrar motivo para sonreír, incluso en los momentos difíciles. Y, por supuesto, la Tía e Bonita siguió compartiendo su magia y amor, con su corazón de colores iluminando todas las vidas a su alrededor.
Y así, en el pueblo de Arcoíris, aprendieron que con amor, alegría y la unión de verdaderos amigos se puede desvanecer cualquier tristeza. Y vivieron felices, creando hermosos recuerdos juntos siempre.
.
FIN.