La Tormenta de la Unión



Era una mañana soleada en la pradera, y todos los animales estaban ocupados realizando sus actividades diarias. Entre ellos, se encontraban Lila, una pequeña ardilla llena de energía; Tico, un gran elefante que siempre tenía un consejo para los demás; y Gabi, una tímida tortuga que se escondía entre los arbustos.

Un día, mientras Lila recolectaba nueces, vio un extraño cielo oscuro en el horizonte. "¿Qué estará pasando?"-, pensó curiosa. Corrió hacia donde estaba Tico y le dijo: "Tico, el cielo se está poniendo muy oscuro, creo que se aproxima una tormenta!"

Tico, intrigado, elevó su trompa y miró hacia el cielo. "¡Es verdad! Mejor hay que avisar a los demás, no podemos quedarnos de brazos cruzados."- Contestó el elefante mientras hacía sonar su trompa en una llamada de atención.

Los animales comenzaron a reunirse en la gran roca en el centro de la pradera. Lila, emocionada, exclamó: "¡Amigos! Debemos unirnos y encontrar una manera de proteger nuestro hogar de la tormenta que se viene!"

Gabi, la tortuga, levantó la cabeza lentamente. "No sé si podamos hacerlo, somos muy diferentes. ¿Cómo podemos trabajar juntos si somos tan distintos?"-

"Pero nuestras diferencias nos hacen únicos!"- contestó Tico. "¡Yo puedo ayudar a construir un refugio firme!"-

"Y yo puedo recolectar hojas y ramas para que la estructura sea más fuerte!"- dijo Lila entusiasmada. "¡Aguanten, no se olviden de mí!"- gritó Gabi, "Puedo ayudar a encontrar un lugar seguro para esconder a los más pequeños."

Así que los animales decidieron organizarse. Mientras Lila corría de un lado a otro recopilando materiales, Tico usaba su fuerza para juntar grandes troncos y formar una pared alrededor de la gran roca. Gabi, aunque era más lenta, pensó en un lugar seguro donde los más pequeños pudieran refugiarse. "Vengan, amigos! Aquí es donde podemos escondernos! Es un lugar bajo entre los arbustos, muy seguro!"-

Pero entonces, un fuerte viento comenzó a soplar, levantando polvo y haciendo que todos se asustaran. "¡Rápido!"- gritó Tico. "Sigamos trabajando, no podemos rendirnos!"-

Justo cuando estaban a punto de terminar, un rayo iluminó el cielo, y un trueno retumbó aterradoramente. El pánico comenzó a invadir a los más pequeños. "¡Ayuda!"- gritó una pequeña liebre mientras se asustaba.

"¡No se preocupen! Todos están aquí para ayudarnos!"- gritó Lila corriendo hacia ella.

El grupo, una vez más, reunió fuerzas. Gabi se dirigió hacia la liebre y le dijo: "Confía en nosotros, ven aquí conmigo. Estás a salvo!"- Con la ayuda de Tico, Lila, y otros, lograron calmar a la liebre y a los demás animales.

Finalmente llegaron a la roca donde habían construido un refugio apretado y seguro. Mientras la tormenta rugía afuera, los animales estaban todos juntos, acurrucados y protegiéndose unos a otros.

Cuando la tormenta pasó, el sol volvió a brillar en la pradera. "¡Lo logramos!"- exclamó Tico con alegría. "Si no hubiera sido por todos nosotros, no habríamos sobrevivido a esto!"-

Lila saltó de alegría y Gabi sonrió con orgullo. "Hoy aprendimos que, aunque seamos diferentes, juntos somos más fuertes!"- agregó.

A partir de ese día, los animales de la pradera formaron una unión inquebrantable. Descubrieron que con el trabajo en equipo, podían superar cualquier obstáculo, incluso las tormentas más feroces. Y así, vivieron en armonía, celebrando sus diferencias y disfrutando de la vibrante vida en la pradera, siempre listos para ayudar a su prójimo.

Y cada vez que un rayo iluminaba el cielo, no lo veían como un peligro, sino como un recordatorio de que la verdadera fuerza está en la unidad.

Fin.

FIN.

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