La tormenta en el lago


Un día soleado, la familia de Uma y Vera decidió hacer una excursión a un lago rodeado de montañas.

Jenny y Fer querían pasar un día divertido con sus hijas, disfrutando del aire fresco y del paisaje hermoso que los rodeaba. Al llegar al lago, las niñas corrieron hacia el agua para nadar. Uma era más valiente y se adentró en el agua sin miedo mientras que Vera se quedaba en la orilla, observándola con cierta envidia.

"Vera, ¿por qué no te animás a meterte al agua?" preguntó su mamá. "Tengo miedo" respondió Vera tímidamente. Jenny sonrió y le dijo:"No tenés por qué tener miedo.

Estamos aquí contigo y te aseguro que si te animás, lo vas a pasar genial". Con un poco de persuasión por parte de su familia, Vera finalmente decidió meterse al agua.

Al principio estaba temerosa pero cuando sintió el frescor del agua en su piel se dio cuenta de que no había nada que temer. La familia nadaba juntos felizmente bajo el sol cálido hasta que repentinamente una tormenta apareció en el horizonte. El cielo oscureció rápidamente mientras los truenos sonaban cada vez más fuertes.

La lluvia comenzó a caer como si alguien hubiera abierto una canilla gigante. "¡Tenemos que salir del agua! ¡Rápido!" gritó Fer.

Todos comenzaron a moverse rápidamente hacia la orilla pero las olas empujadas por el viento eran muy altas e impedían avanzar con facilidad. De repente, Vera fue golpeada por una ola y comenzó a hundirse en el agua. "¡Vera! ¡Ayuda!" gritó Uma desesperada mientras su hermana se hundía cada vez más.

Jenny y Fer también vieron lo que estaba pasando y rápidamente nadaron hacia Vera para ayudarla. Después de unos minutos tensos, lograron sacarla del agua y llevarla a la orilla. Todos estaban empapados pero aliviados de que Vera estaba bien.

Se abrazaron fuerte mientras esperaban a que la tormenta pasara. Cuando finalmente se calmó, decidieron volver a casa con un poco de tristeza ya que no habían podido disfrutar tanto como querían del lago.

"Fue una aventura emocionante" dijo Jenny sonriendo "y aprendimos algo importante: nunca hay que subestimar la naturaleza". La familia regresó a casa cansada pero feliz de haber vivido una experiencia inolvidable juntos.

A partir de ese día, Vera se convirtió en una nadadora valiente como su hermana Uma, recordando siempre la importancia de tener respeto por los elementos naturales.

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