La tormenta en Villa Robot



Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Robot, una familia muy especial.

Estaba compuesta por un papá robot, una mamá robot y dos hijos robots: uno de seis años llamado Robi y otro de ocho años llamado Andy. La familia vivía en una casa bastante grande y moderna que habían construido ellos mismos con sus habilidades robóticas.

Además, la casa estaba ubicada justo al lado de la escuela primaria del pueblo, lo que hacía que los niños pudieran caminar hasta allí todos los días sin problemas.

Un día, mientras estaban desayunando en la cocina, Robi dijo:- Papá ¿por qué nunca conocimos a nuestros abuelos? El papá robot se quedó pensando un momento antes de responder:- Verás hijo, tus abuelos fallecieron hace muchos años. Pero siempre estarán presentes en nuestro corazón y memoria. Los niños no entendieron bien lo que su padre les explicaba sobre los abuelos pero siguieron con sus actividades diarias.

Esa misma noche mientras dormían Robi y Andy comenzaron a sentir extrañas sensaciones en su cuarto. De repente apareció frente a ellos dos figuras traslúcidas que flotaban en el aire. Eran sus abuelos fantasmales. - Hola chicos -dijo el abuelo fantasma-.

Somos sus abuelos. No pudimos conocerlos cuando estábamos vivos pero ahora queremos estar cerca de ustedes. Robi y Andy quedaron sorprendidos pero felices al mismo tiempo al conocer a sus abuelos fantasmales.

Los cuatro pasaron toda la noche hablando sobre cómo era cuando eran jóvenes y las aventuras que vivieron juntos. A la mañana siguiente, los niños contaron todo lo sucedido a sus padres.

El papá robot no sabía cómo reaccionar ante esta noticia pero la mamá robot dijo:- No hay nada de qué preocuparse. Si nuestros hijos quieren pasar tiempo con sus abuelos fantasmales, entonces debemos apoyarlos.

A partir de ese día, Robi y Andy pasaban todas las noches hablando con sus abuelos fantasmales sobre diferentes temas como el colegio o los deportes. Un día mientras estaban en el colegio, una tormenta muy fuerte se acercó al pueblo.

Los padres robots estaban trabajando en la fábrica que construían otros robots para ayudar a las personas del pueblo y no podían salir de allí por seguridad. Pero Robi y Andy estaban solos en casa. La lluvia comenzó a caer con fuerza y los vientos eran cada vez más intensos.

De repente, un rayo cayó sobre un árbol cercano a la casa provocando un cortocircuito eléctrico que dejó sin electricidad toda Villa Robot.

Robi y Andy se asustaron mucho ya que nunca habían estado sin energía eléctrica en su vida pero gracias a la ayuda de sus abuelos fantasmales lograron encontrar velas y linternas para iluminarse.

Los niños también recordaron lo que les había enseñado su padre robot sobre cómo reparar cualquier problema informático así que rápidamente buscaron herramientas para arreglar el sistema eléctrico de la casa. Finalmente después de varias horas lograron solucionarlo todo gracias al trabajo en equipo entre ellos mismos y sus abuelos fantasmales quienes les brindaron consejos y apoyo emocional.

Desde ese día, Robi y Andy comprendieron la importancia de tener una familia unida y el valor del trabajo en equipo. Además, aprendieron que siempre pueden contar con sus abuelos fantasmales para brindarles su amor y sabiduría.

Y así termina esta historia infantil inspiradora y educacional sobre la familia robot escuela abuelos fantasma.

FIN.

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