La tormenta musical en Villa Alegre



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, donde Desmond tenía su carretilla en el mercado y Molly era la cantante de una banda muy popular.

Un día soleado, mientras Desmond vendía sus frutas y verduras frescas, Molly paseaba por el mercado con sus compañeros de banda. - ¡Hola, Molly! -saludó Desmond con una sonrisa-. ¡Me encanta tu rostro! Molly se detuvo sorprendida y le respondió tomándolo de la mano:- Gracias, Desmond. Eres muy amable.

Desde ese momento, Desmond comenzó a visitar los conciertos de la banda de Molly todas las semanas. La música y la alegría que transmitían las canciones hacían que todos en Villa Alegre se sintieran felices y unidos.

Un día, durante uno de los conciertos al aire libre en el parque del pueblo, algo inesperado sucedió. Mientras Molly cantaba una hermosa balada, unas nubes oscuras empezaron a cubrir el cielo y pronto se desató una fuerte tormenta.

- ¡Oh no! -exclamó Molly preocupada-. ¿Qué haremos ahora? Desmond miró a su alrededor y vio que muchos niños estaban asustados por la tormenta. Sin dudarlo, se acercó a ellos y les dijo:- Tranquilos chicos, podemos refugiarnos en mi carretilla.

Será divertido estar juntos mientras pasa la tormenta. Los niños asintieron con entusiasmo y corrieron hacia la carretilla de Desmond junto con sus padres. Todos se apiñaron dentro del pequeño espacio mientras afuera tronaba el cielo.

- No te preocupes por la lluvia -dijo Molly dirigiéndose a los niños-. Cantemos juntos para hacer pasar el miedo.

Y así fue como todos comenzaron a cantar al ritmo de las gotas que golpeaban sobre el techo metálico de la carretilla. Las risas llenaron el lugar mientras compartían canciones e historias hasta que finalmente la tormenta cesó. Al salir fuera, un arcoíris brillaba en el cielo recordándoles lo especial que había sido aquel momento juntos.

Los habitantes del pueblo aplaudieron emocionados por haber superado juntos aquella adversidad. Desmond miró a Molly con admiración y le dijo:- Gracias por enseñarme que siempre hay una manera de encontrar luz incluso en los días más oscuros.

Molly sonrió cálidamente y respondió:- La vida sigue adelante, Desmond. Siempre habrá momentos difíciles pero juntos podemos superarlos cantando y compartiendo alegría.

Y así, entre risas y canciones, Desmond y Molly siguieron alegrando los corazones de todos en Villa Alegre con su amistad inquebrantable e inspiradora música.

FIN.

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