La torta mágica del bosque


Había una vez en el bosque un par de osos llamados Benito y Matías. Eran los mejores amigos y siempre se divertían juntos explorando y jugando en la naturaleza.

Un día, mientras paseaban por el bosque, encontraron algo muy especial: ¡una deliciosa torta de chocolate! Los dos osos se miraron emocionados y no podían creer su suerte. Pero pronto se dieron cuenta de que tenían un problema: ninguno sabía qué hacer con la torta.

Benito propuso comérsela de inmediato, pero Matías pensaba que debían compartirla con los demás animales del bosque. "¡Benito, esta torta es demasiado grande para nosotros solos! Debemos ser generosos y compartir", dijo Matías con entusiasmo.

Benito frunció el ceño, ya que no quería compartir la deliciosa torta. "Pero Matías, ¿no te parece injusto? Nosotros la encontramos primero", respondió Benito. Matías reflexionó por un momento y luego sonrió. "Tienes razón, Benito. Sería injusto quedarnos con toda la torta para nosotros mismos.

Hagamos esto: compartiremos la mitad con los demás animales del bosque y nos quedaremos con la otra mitad". Benito asintió lentamente mientras pensaba en lo acertada que era la idea de su amigo.

Decidieron buscar a sus amigos animales para invitarlos a compartir la torta. Encontraron al conejo Saltarín saltando entre las hojas y le contaron sobre su descubrimiento. Saltarín estaba tan emocionado que aceptó encantado participar en la fiesta de la torta.

Luego, encontraron a la ardilla Travesuras recolectando nueces y le pidieron que se uniera a ellos. Ella aceptó de inmediato y llevó consigo algunas nueces para agregar al festín. Después, los osos encontraron al zorro Astuto escondido entre los arbustos.

Le explicaron su plan y el zorro decidió unirse también, prometiendo traer algunos frutos silvestres para compartir. Finalmente, todos los amigos del bosque se reunieron en un claro rodeado de árboles altos.

La torta fue colocada en el centro y todos estaban emocionados por compartir este momento especial juntos. "¡Amigos! -dijo Benito con entusiasmo-, hoy tenemos una deliciosa torta para disfrutar juntos. Pero antes de empezar, quiero agradecerle a Matías por recordarme lo importante que es ser generosos y compartir".

Matías sonrió tímidamente mientras todos aplaudían su gesto amable. —"Ahora" , continuó Benito, "cortaremos esta torta en pedazos iguales para asegurarnos de que todos podamos disfrutarla".

Uno por uno, cada animal recibió su pedazo de torta junto con las nueces y frutas que habían traído. Todos compartieron risas, historias y momentos felices mientras saboreaban el dulce sabor del chocolate.

Al finalizar la celebración, Benito tomó la palabra nuevamente:"Hoy hemos aprendido una valiosa lección: es mucho más divertido cuando compartimos nuestras cosas con los demás. No solo disfrutamos deliciosas tortas juntos, sino que también creamos recuerdos y fortalecimos nuestra amistad". Todos los animales asintieron y se despidieron con abrazos y sonrisas.

Benito y Matías volvieron a casa, sabiendo que habían hecho algo bueno ese día. Desde entonces, los osos siempre compartían lo que encontraban en el bosque con sus amigos, recordando la lección de generosidad y amistad que aprendieron gracias a una simple torta de chocolate.

Y así, vivieron felices y llenos de amor en su querido bosque para siempre.

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