La Tortuga Ejemplar



Había una vez en el bosque un grupo de animales muy amigables que se reunían a menudo para jugar y divertirse. Entre ellos, se encontraba Rona, una tortuga muy coqueta que siempre estaba preocupada por su apariencia.

Rona pasaba horas frente al espejo arreglando su caparazón y buscando la combinación perfecta de colores para sus accesorios. Pero lo que más le gustaba era lucir sus uñas largas y brillantes.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Rona se encontró con Tomás, un conejo muy simpático que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Al verla tan concentrada en su aspecto físico, Tomás decidió acercarse y preguntarle qué le pasaba.

"Hola Rona ¿qué haces?" -preguntó curioso Tomás. "Estoy arreglando mis uñas para que brillen más" -respondió Rona con orgullo. "Pero ¿para qué quieres tener las uñas tan largas y brillantes si no corres ni trepas árboles como nosotros?" -cuestionó Tomás.

Rona quedó pensativa ante esa pregunta. Nunca antes había considerado eso. Se dio cuenta de que había estado enfocándose demasiado en su apariencia exterior sin prestar atención a lo importante: ser útil y disfrutar del mundo que la rodeaba.

A partir de ese momento, Rona comenzó a interesarse por otras actividades en el bosque. Descubrió nuevos lugares y aprendió cosas nuevas junto a sus amigos animales.

Aprendió también sobre la importancia de cuidar la naturaleza y respetar el entorno donde vivían todos juntos. Un día, mientras exploraba el bosque, encontró un pequeño pajarito que había caído de su nido.

Rona sintió una gran empatía por él y decidió llevarlo a su hogar en el bosque para cuidarlo hasta que pudiera volar de nuevo. Con paciencia y dedicación, Rona se encargó de alimentar al pajarito y mantenerlo cómodo en su caparazón. Al cabo de unos días, el pájaro logró recuperarse gracias a los cuidados de la tortuga coqueta.

La noticia del rescate del pajarito se extendió rápidamente por el bosque y todos los animales reconocieron la generosidad y amabilidad de Rona. Desde ese momento, la tortuga más coqueta se convirtió en un ejemplo para todos los habitantes del bosque.

Rona aprendió que no era necesario enfocarse tanto en su apariencia física para ser valiosa e importante. Descubrió que lo más valioso estaba dentro de ella misma: su capacidad para ayudar a otros y hacerlos felices.

A partir de ese día, Rona siguió siendo tan coqueta como siempre pero ahora también era una amiga solidaria con quienes compartía sus aventuras diarias en el bosque.

FIN.

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