La Tortuga Sabia en Cosmos



Había una vez en el universo un lugar misterioso y lleno de estrellas llamado Cosmos. En Cosmos vivían diferentes seres mágicos y curiosos que se preguntaban de dónde venían todas las cosas que veían a su alrededor.

Un día, la sabia Tortuga Galáctica reunió a todos los habitantes de Cosmos en la plaza central para contarles una historia fascinante. Se sentaron en círculo alrededor de ella, ansiosos por escuchar.

"Queridos amigos, hoy les voy a contar la historia del Big Bang, el evento que dio origen a todo lo que conocemos", comenzó la tortuga con voz serena. Los ojos de los habitantes de Cosmos brillaban de emoción mientras escuchaban atentamente cada palabra de la sabia tortuga.

"Hace mucho, mucho tiempo, todo el universo estaba contenido en un punto minúsculo y caliente. En un instante increíblemente rápido, ese punto explotó en una enorme explosión llamada Big Bang.

De repente, empezaron a formarse estrellas, planetas y galaxias", explicaba la Tortuga Galáctica con entusiasmo. Los seres de Cosmos no podían creer lo asombroso que sonaba todo aquello. Imaginaban colores brillantes y luces destellantes llenando el espacio vacío.

Pero entonces, uno de los pequeños habitantes levantó la mano y preguntó con curiosidad: "¿Y cómo sabemos que esto es cierto? ¿Cómo podemos estar seguros de que realmente sucedió así?"La Tortuga Galáctica sonrió con ternura ante tanta curiosidad y respondió: "Bueno, mis queridos amigos, los científicos han estudiado durante años el universo y han encontrado pruebas como la expansión del espacio o la radiación cósmica de fondo que respaldan esta teoría".

Los habitantes de Cosmos se miraron entre ellos maravillados por toda esa información nueva. Estaban emocionados por aprender más sobre el origen del universo. "Así es como nació nuestro hogar, Cosmos.

Y cada uno de nosotros forma parte de esta gran historia desde aquel momento tan especial", concluyó la Tortuga Galáctica con orgullo.

Desde ese día, los habitantes exploraron su mundo con nuevos ojos llenos de asombro y gratitud por existir dentro del maravilloso Universo creado por el Big Bang. Y así fue como en Cosmos se valoró aún más cada estrella brillante en el cielo nocturno y cada planeta girando en perfecta armonía.

Porque ahora entendían que eran parte de algo mucho más grande e increíble: ¡El Universo mismo!

FIN.

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