La Tortuga Soñadora con Alas de Algodón



Había una vez en un hermoso bosque, una tortuga llamada Tomás. A diferencia de las demás tortugas, Tomás era un soñador empedernido. Desde pequeño, anhelaba volar por los cielos y conocer todos los rincones del mundo.

Un día, mientras reposaba junto al lago, vio a lo lejos a una águila majestuosa surcando el cielo con gracia y libertad. En ese instante, Tomás sintió una profunda melancolía al ver que él nunca podría volar como el águila.

Pero su tristeza duró poco, ya que en el bosque vivía una misteriosa bruja tortuga que escuchó los anhelos de Tomás. La bruja, con su magia, le otorgó a Tomás unas hermosas alas de algodón, pidiéndole que las cuidara con amor.

A partir de ese momento, Tomás se convirtió en la tortuga voladora.

Con sus nuevas alas, recorrió todos los rincones del bosque, conoció al pavo real presumido y a la tortuga sabia, quienes le enseñaron valiosas lecciones sobre la amistad, la generosidad y el respeto por la naturaleza. Un día, al ver que un pajarito había caído de su nido, Tomás se lanzó al rescate y lo llevó de vuelta a salvo.

El pajarito, agradecido, le regaló a Tomás una preciosa pluma mágica que le permitiría visitar lugares en sus sueños. Así, la tortuga voladora continuó explorando el mundo con sus amigos, llevando siempre consigo el espíritu de la amistad y el deseo de superación.

FIN.

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